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D-BOX Motion Code: Cine en movimiento

Desde que los hermanos Lumiere inventaron su maravillosa máquina de mostrar imágenes en movimiento, el cine ha evolucionado incluyendo cada tecnología disponible para que el espectador se sienta parte de la acción. Lo último en este sentido es D-BOX Motion Code, una serie de instrucciones agregadas a la cinta que pueden controlar los movimientos de tu butaca. Terminator Salvation es una de las primeras pelis en -literalmente- hacer vibrar al espectador.

En los últimos 20 o 30 años el cine ha dejado de ser una simple sucesión rápida de imágenes proyectadas sobre una pantalla para convertirse en algo mucho más completo. Las empresas relacionadas con el entretenimiento masivo buscan mejorar sus ya abundantes ingresos atrayendo a la mayor cantidad de público posible, y buscan brindar mucho más de lo que cualquiera puede obtener de un sistema de cine hogareño. Desde las enormes pantallas 3D hasta la inclusión de vaporizadores que inyectan en la sala olores relacionados con el argumento de la película, casi todo lo imaginable ha sido probado (y a menudo descartado).

El último bastión a superar es inducir en el espectador la sensación de movimiento. En efecto, la experiencia de ver cine es -por llamarla de alguna manera- “estática”: te sientas con el bote de palomitas de maíz sobre las piernas, y te quedas quietecito mientras que el malo de la película es machacado por el muchachito rubio que termina salvando a la doncella de pechos grandes. Tú solo miras. Se han hecho buenos intentos para lograr que el espectador sienta en su cuerpo algunos de los movimientos de la pantalla. Uno de los más conocidos fue el uso de grandes altavoces emitiendo sonidos de muy bajas frecuencia que acompañaban las vibraciones de películas como “Terremoto”. El sistema más o menos funcionó, y en algunas salas incluso tuvieron que poner redes en el techo para evitar que los trozos de yeso que se desprendían lesionaran al público (¡eso es realismo!).

Sin embargo, las películas modernas requieren mucho más que unas simples vibraciones para hacerte sentir que eres parte de la acción. Por eso, la compañía Dsinema, parte del The Resource Group, ha creado unas butacas que, además de ser muy confortables, tienen truco: en su interior se encuentran una serie de motores destinados a mover tu cuerpecito cada vez que la película que está siendo proyectada se lo ordena. De esta manera, el sistema hace que  tu asiento imite lo que sucede en la pantalla proporcionándote un mayor realismo. Por ejemplo, si el automóvil que conduce el protagonista se inclina a la derecha al dar una vuelta,  lo mismo hará tu asiento e incluso vibrará para que sientas los baches. Todo en perfecta sincronía con lo que sucede en la pantalla, ya que la cinta tiene un código, el D-BOX Motion Code, que es el que ordena los movimientos.

Las primeras salas en ser equipadas con esta tecnología se encuentran -como ocurre casi siempre- en los Estados Unidos. La inversión es bastante importante, porque implica el recambio de todas las butacas de la sala y cada una de las “D-BOX inside” debe costar un ojo de la cara. Pero los dueños del circo no son tontos y deben tener todas los cálculos de recupero de inversión hechos. Si es tan buen negocio como parece, y sirve para que la gente se vuelque nuevamente de forma masiva a las salas, seguramente veremos pronto D-BOX en España. ¡Esperemos que no se nos vuelquen las palomitas de maíz!

Escrito por Ariel Palazzesi

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