El desarrollo de la tecnología robótica ha permitido la miniaturización de componentes y la reducción de su consumo a un nivel tal, que es posible construir cosas como la Cyberhand: una maravilla de la ingeniería que puede implantarse en humanos para reemplazar miembros perdidos.
Si bien el nombre puede sonar a un artilugio futurista más, la mano biónica Cyberhand es una realidad hoy. Se trata de una mano artificial, con tres dedos completamente operativos impulsados por diminutos motores, y conectada mediante electrodos a las terminaciones nerviosas de la persona.
Se trata de un proyecto desarrollado por un grupo de científicos europeos, y permite la “realimentación” táctil mediante un vínculo eléctrico con el sistema nervioso del paciente logrado mediante electrodos de platino que se instalan en el momento de “instalar” la mano. La prótesis recoge información del cerero mediante sensores biomiméticos y en función ellos mueve los motores que impulsan los dedos.
El paciente es capaz de sentir presión y la temperatura a la que está sometida la prótesis, lo que hace que trascurrido un corto tiempo la sienta como parte de su propio cuerpo. Esto es muy importante para recuperar la confianza del paciente.
Internamente, la mano cuenta con seis motores diminutos, que le proporcionan 16 grados de libertad. Sus tres dedos son articulados, con movimientos independientes. El pulgar, tal como ocurre en una mano normal, esta opuesto a los otros dedos (dos en este caso), lo que permite agarrar objetos con toda facilidad.
La página oficial del proyecto, aun en construcción, dispone de una cantidad de videos que muestran a la Cyberhand en acción, realizando tareas como pelar un dulce o utilizar una tijera. El hecho de contar con tres dedos en lugar de cinco no parece ser una limitación importante.