Un equipo de investigadores pertenecientes a la Clínica Mayo (EE.UU.) y a la Universidad de Leeds (Reino Unido) han logrado curar el cáncer de próstata de roedores, utilizando para ello una vacuna desarrollada para humanos. Los roedores no han sufrido efectos secundarios y la vacuna, de ser comercializada, podría dar lugar a un tratamiento menos agresivo para este tipo de cáncer. Para desarrollar este fármaco se utilizó una muestra de ADN recogido de una próstata humana sana y un virus diseñado para transportar copias de esos genes a las células cancerígenas.
Un grupo de científicos compuesto por especialistas pertenecientes a la estadounidense Clínica Mayo y a la Universidad de Leeds del Reino Unido acaba de probar con éxito una vacuna contra el cáncer de próstata. Se trata de un fármaco desarrollado para el uso en humanos que ha sido probado en roedores. A lo largo de los experimentos, lograron curar tumores de próstata establecidos en ratones sin la aparición de efectos secundarios. El trabajo se basa en un nuevo enfoque consistente en estimular el sistema inmune del paciente para que este pueda deshacerse por sí mismo de los tumores cancerosos, sin necesidad de recurrir a las terapias tradicionales como la quimioterapia y la radioterapia, que suelen ser altamente tóxicas. Los resultados de este trabajo acaba de ser publicado en la revista Nature Medicine, donde se da cuenta de que la nueva vacuna logró que el 80% de los ratones tratados recuperase su salud, sin presentar efectos secundarios negativos.
Curar del cáncer de próstata a un ratón es un logro enorme. Pero lo interesante de este trabajo es que la vacuna empleada ha sido desarrollada para humanos, por lo que es muy razonable especular con que su aplicación en el hombre será también un éxito. Además, la forma en que ha sido elaborada la vacuna podría servir para crear fármacos similares, pero efectivos contra otras formas de cáncer. Algunos laboratorios, de hecho, ya están trabajando en el desarrollo de un equivalente que sea efectivo para tratar el melanoma. Obviamente, las “vacunas contra el cáncer” están entre nosotros desde hace años. Pero a diferencia de otras, ésta no ataca las células tumorales sino que “instruye” al sistema inmune del paciente para que ataque los tumores que están en el organismo. Esto es posible gracias que el fármaco puede distinguir una especie de “firma” propia de las células cancerosas, llamados antígenos. Alan Melcher, un profesor de la Universidad de Leeds que ha participado del estudio afirma que “el mayor desafío en inmunología es desarrollar antígenos capaces de combatir un tumor sin provocar daños en el resto del organismo”.
Para elaborar el fármaco, los científicos disolvieron partes del ADN proveniente de células de una próstata humana sana y las “insertaron” en un virus. Luego utilizaron ese virus para infectar a los ratones. En lugar de contraer una típica enfermedad viral, los ratones comenzaron a curarse, ya que el virus modificado en realidad produjo una gran variedad de antígenos de próstata, de forma que cuando el sistema inmune del roedor reaccionó para combatir el virus “aprendió” también a atacar a las células pertenecientes a los tumores de próstata. Y lo mejor de todo es que el sistema inmune no atacó en absoluto a las células sanas de la próstata o de otros tejidos. Luego de haber aplicado nueve veces la vacuna, el 80% de los roedores tratados se habían curado del cáncer. Falta bastante tiempo para que se puedan comenzar las pruebas de este fármaco en humanos. Melcher asegura que su equipo tiene razones para “estar muy emocionados. No se trata de una investigación que surgió de la nada, sino que está basada en la inmunoterapia y en los tratamientos con virus, que están demostrando ser muy prometedores. Y todo es realmente es muy estimulante”.
No se trata de una investigación que surgió de la nada, sino que está basada en la inmunoterapia y en los tratamientos con virus, que están demostrando ser muy prometedores. (Alan Melcher)
El trabajo ha sido recibido con júbilo por la comunidad científica. Para Peter Johnson, de la organización Cancer Research UK, “éste es un estudio interesante e importante. Pero aunque la vacuna no provocó que el sistema inmune reaccionase de forma exagerada sin causar graves efectos secundarios en los ratones, todavía se requieren investigaciones adicionales para hacer pruebas en seres humanos.” Kate Holmes, una doctora de la organización Prostate Cancer Research, afirma que el estudio ofrece “nuevas esperanzas y […] esperamos tener pronto resultados”. Esperemos que todo salga como estos investigadores suponen, y que en 3 o 5 años tengamos una vacuna efectiva contra el cáncer.