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Cuchillos de plasma: A un paso del sable de luz

Siempre hemos fantaseado con poder tener el sable de luz (lightsaber) de Luke Skywalker. Claro que por lo general es un arma altamente peligrosa que corta piernas sin preguntar, pero la fantasía siempre ha estado presente. Con la presentación de una nueva herramienta quirúrgica, destinada al campo de batalla, esa fantasía de ciencia ficción cada vez parece más cercana. El cuchillo de plasma produce… bueno, plasma (gas ionizado caliente) que penetra la capa externa de los poros, en el tejido muerto, sin dañarlo.

El sable de luz o Lightsaber, ha sido una fascinación de los amantes de la ciencia ficción y las armas filosas desde hace años. Claro que para usarlo como corresponde debes ser una especie de samurai intergaláctico capaz de sentir el peligro sin siquiera verlo. En la realidad, lo más cercano que existe es un cuchillo de plasma que corta la piel con un filo de gas ionizado brillante. Sin embargo, ésta aparente arma mortal no será usada en combate, sino para salvar vidas.

Como claramente dice en el documento correspondiente al presupuesto del Pentágono, éste intrigante cuchillo de plasma ha tenido “pruebas constantes y varias evaluaciones en el campo mismo”. Ésta herramienta está diseñada para ser llevada por los soldados en acción, por eso posee una batería externa portable. Aunque generalmente es usada por médicos en el campo de batalla para hacer incisiones, también es útil para los soldados que deben cauterizar heridas de bala. Tal como dice su nombre, éste cuchillo produce plasma (gas ionizado caliente) que penetra la capa externa de los poros, en el tejido muerto, sin dañarlo.

Para cauterizar heridas es necesario aplicar energía de manera controlada, sino solo quemaría la piel y haría la herida mucho más profunda. Pero no solo será portado por soldados, ya que para los médicos en combate también es útil. Por ejemplo, está esterilizado en cualquier tipo de condiciones y no solo puede hacer todo tipo de incisiones, sino también cerrar heridas. Ésta versión normal, la que no apunta al soldado en combate, utiliza energía tomada de la red de suministro, en vez de batería portable.

A medida que han pasado los años, se han buscado maneras de avanzar la medicina en combate para aumentar el trabajo que se hace en la batalla. El objetivo siempre fue tratar a los pacientes en el momento, sin tener que esperar al transporte para trasladarlo a un establecimiento médico. Y los cambios se han hecho notar en las estadísticas. Mientas que en la Guerra de Corea de 1950, las chances de muerte en el campo de batalla eran del 25%, hoy ese número ha sido disminuido hasta el 10%. Un gran salto en solo 50 años de historia, imaginá lo que se podrá hacer en 50 años más.

Escrito por Tomás Garcia

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