Los avances en ciencia y medicina nos han permitido extender la expectativa de vida notablemente, pero la muerte no se ha ido a ninguna parte, y es algo que todos debemos enfrentar tarde o temprano. «Tarde o temprano». El tiempo de una persona en este mundo depende de múltiples factores, por lo que resulta imposible calcular los años restantes con precisión, sin embargo, esta simulación del portal FlowingData presenta algunos porcentajes muy interesantes.
De acuerdo a una serie de datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, Japón es el país que lidera la tabla de expectativa de vida, con un promedio de 84 años. Si comparamos esto con los problemas demográficos que enfrenta ese país, podemos llegar a la conclusión de que la información original de la OMS es correcta. Ahora, debemos hacer lugar a otras dudas. ¿Cómo se llega a ese número? ¿Cuáles son las diferencias frente a (por ejemplo) Brasil, que posee un promedio diez años más bajo? Ahí es cuando ingresamos en el mundo de factores como la calidad de la alimentación y el agua, el clima, la contaminación, el acceso a sistemas de salud, hábitos y costumbres (sean personales o regionales), trabajos más comunes, y un largo etcétera. Debido a todas estas variables es imposible saber con certeza cuánto tiempo nos queda de vida… y ni siquiera hemos mencionado a lo que muchos llaman «mala suerte». Entonces… ¿por qué seguimos haciendo esa misma pregunta una y otra vez?
La gente de FlowingData ha tratado de responder a su modo, y para ello creó un gráfico interactivo que calcula las probabilidades de alcanzar cierta edad tomando como referencia los valores publicados por la Administración de Seguridad Social estadounidense. Lógicamente, todos los porcentajes disminuyen a medida que nuestra edad avanza, y el hecho de que no seamos residentes estadounidenses le resta un poco de valor, pero debo reconocer que es una simulación muy bien lograda, e imagino que se podrían utilizar otras bases de datos para ajustar los resultados a la situación local. Al dejar correr la simulación por varios minutos, verás que los porcentajes se vuelven más estables, y ahí es cuando la idea de nuestra expectativa de vida se hace un poco más sólida.
El punto es que nunca vamos a dejar de preguntar cuánto tiempo nos queda de vida… y está bien. Algunos pensarán que deja expuestas nuestras dudas y nuestros miedos, pero también confirma el hecho de que somos humanos, y es parte de nuestra naturaleza tratar de empujar la línea un poco más. Observa los últimos cien años en ciencia, medicina, trabajo y seguridad (con dos guerras mundiales en el medio) y dime si no lo hemos logrado. Hace poco llegué a los 35 años de edad, un número sin dudas importante, y con toda honestidad me pregunté si voy a tener otros 35 años. De acuerdo al simulador, las posibilidades son muy buenas, sin embargo, lo que no puede decirme es si serán unos «buenos» 35 años. Eso ya corre por nuestra cuenta, por lo tanto, tratemos de que lo sean.
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