Se supone que el dinero no da la felicidad, sin embargo, la humanidad no tardó mucho en agregar el «pero» a esa frase. Por supuesto, una cuenta bancaria con un número generoso no es garantía de nada, pero un reciente estudio publicado por la Universidad Purdue le da una vuelta de tuerca extra a esta clásica discusión. Los datos sugieren que existe una especie de «salario anual ideal» para alcanzar la felicidad, el cual varía drásticamente dependiendo de la región en la que nos encontramos, y que no debería ser excedido, o de lo contrario podría causar el efecto contrario.
Es un poco complicado hablar de finanzas personales, ¿verdad? No importan las restricciones, los recortes, el esfuerzo o la disciplina, el dinero sale disparado en todas direcciones como las Esferas del Dragón después de pedir un deseo, y tenemos que volver a entrar al mismo ciclo mensual para pagar cuentas, llenar la alacena, y básicamente apagar cada incendio en el camino. Dicho eso, ¿qué suma crees que sería la indicada para que puedas respirar con más tranquilidad? No es fácil dar una respuesta porque siempre es posible que surja una emergencia o una responsabilidad extra, pero imagino que ya debes tener un número en mente. Ahora, ¿qué te parece si lo comparas con el cálculo hecho por un grupo de investigadores en la Universidad Purdue?
El estudio divide los resultados en dos categorías generales: «Evaluación de vida», una medida general de satisfacción personal (afectada por objetivos superiores y/o comparaciones con otras personas), y «bienestar emocional», que se concentra sobre nuestros sentimientos diarios. A nivel global, el ingreso que establece una evaluación de vida «máxima» es de unos 95.000 dólares anuales, mientras que el bienestar emocional estaría entre los 60 y los 75 mil dólares. Como era de esperarse, las sumas cambian de acuerdo a la región. En Europa Occidental, el primer parámetro asciende un poco, 100.000 dólares para ser precisos, pero se alcanza el bienestar emocional ideal con 50 mil dólares al año. En el otro extremo aparece América Latina: Con ingresos que van de los 30 a los 35 mil dólares anuales, la felicidad sería casi un hecho.
El gran asterisco que acompaña a los resultados de este estudio es que las sumas son compatibles con individuos, y no deberían ser tenidas en cuenta cuando hay una familia de por medio (ya que todos los valores ascienden). Aún así, lo más interesante es que la felicidad no aumenta con ganar más dinero, sino que el estudio sugiere lo contrario. Al superar el umbral de evaluación de vida, una persona corre el riesgo de perseguir mayores objetivos materiales y caer en una trampa de constantes comparaciones sociales, que inevitablemente llevan al estrés y la infelicidad. En lo personal, sólo diré esto: Si ganara 30 mil dólares anuales estaría tocando la guitarra en la terraza, semidesnudo.