Uno de los grandes desafíos que la física tiene por delante es la unificación, o mejor dicho, la reconciliación de la mecánica cuántica con la gravedad. El conflicto entre ambos campos de estudio se ha manifestado en múltiples ocasiones, pero más allá de las diferencias, los expertos siguen trabajando para encontrar esa valiosa pieza del rompecabezas que aún se nos escapa. El llamado principio holográfico es parte de la búsqueda, y en términos muy relajados propone que existimos como información bidimensional en el borde del universo, mientras que el universo en sí es una expresión de dicha información… un holograma 3D, digamos.
El mundo de la física se vio sacudido por completo cuando un joven científico de nombre Stephen Hawking reconoció que todo lo que cae dentro de un agujero negro, incluyendo a su información, se pierde por completo y es imposible de recuperar. Los expertos en mecánica cuántica automáticamente vieron esto como una paradoja, y para decirlo de cierto modo… no estuvieron de acuerdo con Hawking. Uno de esos expertos es Leonard Susskind, y dijo que Hawking estaba equivocado porque su conclusión viola una de las leyes fundamentales del universo, que es la conservación de información.
Susskind escribió un libro sobre su «batalla» con Hawking, «The Black Hole War», el cual es muy recomendado para quien desee saber más al respecto. Las diferencias entre Hawking y Susskind (además del debate posterior) llevaron a lo que hoy se conoce como principio holográfico, presentado por el físico Gerard ‘t Hooft y el propio Susskind, al que el mundo parece haber interpretado de la siguiente forma: El universo… es un holograma.
El universo holográfico
Pero antes de seguir con el universo, regresemos a los agujeros negros. A través del principio holográfico, ‘t Hooft y Susskind desarrollaron la idea de que cuando un objeto cae dentro de un agujero negro, el horizonte eventual asume el rol de «filme fotográfico», guardando una copia exacta del objeto, y lo que cayó dentro es su imagen tridimensional.
En otras palabras, el objeto está en dos lugares al mismo tiempo, pero lo más interesante es que el principio holográfico no se aplica de forma exclusiva a los agujeros negros, sino que también se extiende al universo entero. Todo lo que tocamos, vemos y sentimos es una proyección 3D de la información almacenada en el umbral cosmológico. Entonces… ¿cuál es la versión real? De acuerdo con Susskind, no importa. La matemática indica que ambas son equivalentes, pero es una pregunta que no podemos dejar pasar.
Lo mismo sucede con la siguiente: ¿Cuáles son las probabilidades de que sea cierto? Los últimos estudios basados en el análisis de la radiación de fondo de microondas aplicaron el principio holográfico para predecir la falta de uniformidad (desviaciones específicas) en dicho fondo, y sus resultados fueron mucho más precisos de lo que esperaban. Obviamente, apenas estamos arañando la superficie aquí, y se necesitarán años extra de estudios para confirmar o negar la validez del principio holográfico. Hasta entonces… «¿computadora, fin del programa?»