Faltando poco más de dos meses para el Campeonato Mundial de Fútbol en Sudáfrica, repasar novedades y curiosidades sobre fútbol nunca viene nada mal. El Mundial ya tiene su propio balón oficial, y algunos países alrededor del mundo ya han comenzado a utilizarlo en sus torneos locales. Sin embargo, esto no ha detenido a quienes diseñaron al CTRUS, un balón que además de poseer la más alta tecnología, presenta un concepto revolucionario dentro del fútbol: No tiene aire.
Con el Barcelona en la punta del torneo, Messi haciendo tres goles por partido, y el Real Madrid acechando furtivamente a su gran rival, probablemente no haya mejor momento que este para hablar de fútbol, antes de la Copa del Mundo, que comenzará con el encuentro entre Sudáfrica y México, el próximo once de junio. La organización del Mundial de Sudáfrica no estuvo libre de inconvenientes, pero todo parece listo para que este país reciba a las 31 naciones junto a las que se medirá futbolísitcamente para obtener el título más grande que se puede obtener en este deporte. Algo que ya es todo un legado del Mundial de Sudáfrica, tal y como ha sucedido en los torneos anteriores, es el balón oficial, conocido como Jabulani. La tecnología que se ha aplicado en el diseño de Jabulani ("Celebrar" en idioma Zulú) es en verdad impresionante, pero al mismo tiempo es producto de la evolución natural de los balones de fútbol. En cambio, lo que hemos visto hoy, es un concepto diferente, y por sobre todas las cosas, radical.
El balón es conocido como CTRUS, y en primer lugar, no utiliza aire para mantener su forma. Un balón con poco aire es muy incómodo de utilizar en un partido, por lo que la idea puede parecer un poco extraña al principio. Sin embargo, el CTRUS cuenta con una estructura elástica especialmente diseñada para resistir el maltrato general que un balón recibe durante un encuentro. La flexibilidad general del balón le permite imitar a la perfección el rebote y los movimientos de un balón convencional, con la evidente ventaja de no sufrir pérdidas. Como si eso fuera poco, el CTRUS también es transparente, y posee una luz que en teoría asistiría a los jueces a determinar si el balón ha salido del campo o si ha cruzado la línea de gol. También cuenta con una cámara interna, un sistema de GPS para conocer la ubicación del balón a todo momento, y hasta es capaz de grabar la fuerza y la velocidad de desplazamiento.
Más que un balón, el CTRUS no tiene mucho que envidiarle a una nave espacial, pero más allá de que sea un diseño creado por una agencia aún no ha revelado mucho de sí misma, será interesante ver cómo reacciona la FIFA ante una teórica propuesta de utilizar este balón en un juego oficial. Desde hace muchos años, la FIFA y sus autoridades han rechazado de forma sistemática la aplicación de asistencias tecnológicas para determinar ciertas jugadas en los partidos, similares al rastreo de la pelota en el tenis o el uso de cámaras en el fútbol americano. De todas formas, el diseño se ve espectacular, y sería muy interesante poder observar más de cerca a este curioso balón. Después de todo, cualquier partido amistoso sería una excelente oportunidad para probar al CTRUS en un encuentro real, y no habrá nada mejor que la opinión de jugadores profesionales para saber si puede utilizarse o no.