Cuando la idea es exprimir todo lo que se pueda de un ordenador, no quedan dudas de que Linux es una sólida opción para tener en cuenta. No importa qué tan limitados sean los recursos, lo más probable es que exista una distro que se adapte a ellos. De ese modo encontramos a CrunchBang, que combina una base de Debian con el administrador de ventanas Openbox, convirtiéndose un excelente candidato para cualquier sistema, sea viejo o nuevo.
Un Pentium 4 que me mira de forma extraña, un Pentium 3 que sólo requiere ser encendido para volver al ruedo, la netbook que está demandando (otra vez) una buena limpieza de fondo, y un K6-2 con unos inusuales 512 MB de RAM representan a una parte del hardware que tengo a mi alcance en estos instantes. “Chatarra” es lo primero que vendrá a la mente de muchos, y aunque tengan razón desde varios puntos de vista, desde otro ángulo, esos sistemas pueden ser verdaderos tesoros. Todo lo que necesita un ordenador es el software adecuado para funcionar. Hace poco exploramos una impresionante biblioteca de abandonware, repleta de joyas para traer del más allá a casi cualquier PC… pero también está Linux con todas sus variantes. He estado observando al menos media docena de opciones para “inventar” algo con el antes mencionado Pentium 4, pero hubo un nombre que se repitió en varias ocasiones, y que por alguna razón no tenía tan presente: CrunchBang.
La historia nos dice que CrunchBang estaba basado originalmente en Ubuntu, pero a partir de su versión 10 dio un giro hacia Debian. Su última versión estable es la número 11, también conocida como Waldorf, que fue lanzada en mayo pasado, en sintonía con la entrada de Debian Wheezy a la rama estable. El administrador de ventanas que utiliza CrunchBang es Openbox, visto con frecuencia en otras distros destinadas a sistemas con hardware más humilde. Si bien Openbox posee cierta curva de aprendizaje, es mucho menos compleja de lo que aparenta, y en cuestión de minutos deberías estar modificando su apariencia e instalando nuevos programas (Synaptic es el administrador de paquetes).
Y hablando de programas, GIMP viene preinstalado, al igual que Iceweasel como navegador, pero dar el salto hacia Chrome u Opera es muy sencillo gracias a la ayuda de varios scripts. LibreOffice también es una opción, aunque como paquete de oficina principal encontramos al combo AbiWord-Gnumeric, que respeta un poco más la idea de una distro liviana. VLC se encarga del aspecto multimedia, y si necesitas descargar algo, Transmission también está allí. El tamaño de la imagen ISO de CrunchBang es de 771 MB, por lo que deberás instalarla vía USB (puedes usar un administrador como Plop si el sistema no puede iniciarse desde USB), o directamente desde un DVD.
