He aquí el sueño de cualquier fanático de carreras. El simulador Cruden Hexatech es capaz de simular distintas disciplinas como Fórmula 1, NASCAR y WRC. Y cuando decimos “simular” no hablamos virtualmente, sino también mecánicamente. Con un precio de US$191.000, el simulador ofrece un enorme chasis mecánico configurable y tres pantallas de 42 pulgadas que prometen entregarle al comprador la experiencia de su vida.
Es impresionante ver cómo a pesar de los años de existencia, el Daytona sigue siendo uno de los juegos más jugados en muchos de los centros recreativos que aún tienen máquinas recreativas. Pero si pensabas era un buen “simulador” de carreras, probablemente sufras un ataque al ver lo que es capaz de hacer Cruden Hexatech. Este simulador de carreras es capaz de hacer representaciones distintas disciplinas, como Fórmula 1, NASCAR y WRC, y ese es solo el comienzo.
Como cualquier buen simulador, Cruden Hexatech está en todos los detalles y así es como le permite al usuario experimentar el chasis, suspensión y carga aerodinámica (entre otros) del coche a la perfección. Para lograrlo utiliza un chasis mecánico y tres pantallas de 42 pulgadas que se posan frente al volante para entregarle al usuario la mejor experiencia posible. Además, cada aspecto del chasis puede ser adaptado para uso personal o utilizando las opciones predeterminadas.
Claro que como en la mayoría de los aparatos sofisticados, el precio es un tema muy doloroso. La empresa, Cruden, ofrece esta maravilla tecnológica por US$191.000 y garantiza que tendrá una vida útil de 10 a 15 años. El precio es alto, pero tiene sentido cuando analizas todo lo que incluye. No solo hablamos de las tres pantallas de 42 pulgadas, sino también un chasis mecánico capaz de simular todo tipo de vehículo que encima permite configurarlo a gusto.
El Daytona era bueno, pero en comparación a Cruden Hexatech parece una mecedora para dormir. Al ver el vídeo de la demostración, más que un simulador parece una criatura mecánica salvaje que se desplaza para todos lados a gran velocidad y con mucha fluidez. Es más, nos sorprendimos cuando al final el vídeo, el conductor todavía seguía sentado sobre el asiento. Así de bueno es.