Antes de comenzar, es necesario reconocer una cosa: La composición fotográfica no tiene reglas que deban seguirse a rajatabla. Por esa razón es que muchos consideran a este proceso como un arte, y aunque dos fotógrafos profesionales puedan tener opiniones similares sobre una composición, siempre habrá una pequeña diferencia de interpretación y/o gusto. Puede que aquellos con el ojo más entrenado no aprecien tanto la idea de una “composición ideal” determinada automáticamente, pero eso es lo que busca ofrecer Croppola a través de su página Web a aquellos novatos que no saben tanto al respecto.
Debo decir que en todo lo que se refiere a fotografía, trato de mantener una actitud de constante aprendizaje. Hay muchas cosas que en lo personal desconozco, y cada vez que me es posible trato de obtener sugerencias y recomendaciones de alguien que lleva mucho más tiempo con una cámara en las manos que yo. Evidentemente no todos deciden seguir ese camino, y quienes saben una cosa o dos de fotografía suelen expresar su malestar a través de declaraciones irónicas y sarcásticas como: “No eres un fotógrafo, sólo tienes una cámara costosa” o “Al fin el iPhone tiene una buena cámara y usas Instagram” (no pretendo ofender a nadie, pero eso es lo que circula hoy en la Web). Esto sucede en un mundo en el cual el acceso a la tecnología fotográfica se ha expandido drásticamente, pero no así el conocimiento para tomar una fotografía, o realizar acciones básicas como un recorte de imágenes.
Entre toda esa nebulosa de interpretaciones y cámaras compactasm aparece Croppola. Tal y como lo dice en su sitio, Croppola ofrece “sugerencias automáticas” con el objetivo de obtener la mejor composición para tus fotografías. Croppola se encuentra en estado alfa, y puede que durante su uso encuentres algunos errores, como en el ejemplo de su FAQ: “Mi gato fue cortado en dos… ¿por qué?”. El servicio es muy fácil de usar. Sólo debes cargar la imagen, y esperar a que Croppola determine la composición para tu imagen. Si no estás de acuerdo con lo que ves puedes modificar el resultado con el ratón, lo cual técnicamente reduce a Croppola a una herramienta de recorte como la que puedes encontrar en cualquier editor.
Una vez que estás satisfecho con la composición sólo queda descargar la imagen final, dentro de un archivo zip que se genera automáticamente. Si te preocupa el aspecto de la privacidad, debes saber que Croppola purga las imágenes (originales y recortes) cada media hora, y los archivos zip que tengan más treinta minutos en el servidor. No hay ningún reglamento misterioso en cuanto a propiedad intelectual, por lo tanto, lo que cargues allí sigue siendo tuyo. Desde un punto de vista técnico, Croppola funciona bastante bien, pero qué tan acertadas sean sus composiciones depende de ti. Puede que estés feliz con el resultado, o puede que desees golpear a la pantalla, pero sin importar cuál sea el caso, debería volverse mejor con el paso del tiempo.
