Ariel Palazzesi
En el pasado hemos escuchado varias veces la propuesta de utilizar alguna forma de cristal como elemento de memoria. La idea es atractiva, ya que al menos en teoría una estructura cristalina permitiría una densidad de datos enorme, a la vez que proporcionaría un soporte de almacenamiento prácticamente indestructible. Las últimas noticias en este campo provienen de la Universidad de Southampton, donde Martynas Beresna ha conseguido almacenar, editar y recuperar unos 50GB de datos almacenados en un cristal del tamaño de la pantalla de un teléfono móvil. ¿Logrará convertirse en un producto comercial?
Los cristales poseen una estructura interna extremadamente ordenada, lo que además de conferirles características únicas -como su extremada dureza o transparencia- los convierte en un medio atractivo para el almacenamiento de datos. Podemos imaginar un cristal como una retícula tridimensional, una especie de “caja” llena de puntos perfectamente ordenados a lo largo de los tres ejes espaciales. Cuando uno está frente a esta clase de estructura puede imaginar que si fuese capaz de acceder de alguna manera a cada una de esas cajas y “depositar” (o “recuperar”) un dato en ellas, tendría un útil elemento de memoria. Y exactamente eso es lo que han hecho los científicos de la Universidad de Southampton, dirigidos por Martynas Beresna.
Beresna ha utilizado un rayo láser para modificar la estructura interna del cristal. Dado que la retícula molecular que lo conforma tiene un tamaño minúsculo, es mucha la información que se puede almacenar en un cristal relativamente pequeño, aún cuando cada bit ocupe varias moléculas del mismo. La luz láser “reordena” la estructura del cristal en zonas a las que los científicos han llamado “voxels”, modificando su grado de transparencia. Luego, utilizando otro haz láser, se puede leer cada voxel y determinar si tenia almacenado un 0 o un 1 de acuerdo a la cantidad de luz que lo atraviesa. De alguna manera, es un mecanismo similar al utilizado para guardar datos en un CD-ROM o DVD-ROM, pero empleando un soporte tridimensional. Durante el proceso, aumenta la opacidad del cristal y se polariza, y si bien el sistema puesto a punto en Southampton es un poco más complicado que lo expresado anteriormente, lo cierto es que el sistema funciona y el equipo de Beresna ha conseguido almacenar unos 50GB de datos en el interior de un cristal del tamaño aproximando a un teléfono móvil.
Utilizando luz láser se puede devolver la estructura del cristal a su estado original, “borrando” el dato que tenia almacenado cualquiera de sus voxels. El equipo de Beresna ha conseguido almacenar, editar y borrar datos del cristal. A pesar de que uno puede tener una cierta tendencia a relacionar la palabra “cristal” con los diamantes o cualquier otro material extremadamente caro, lo cierto es que se pueden “cultivar” cristales de gran tamaño prácticamente sin costo. El material utilizado en este caso es silicio, lo mismo que venimos utilizando desde hace décadas para elaborar los circuitos integrados. Según ha expresado Martynas Beresna, estos cristales soportan temperaturas de hasta 1000 grados centígrados sin que los datos que contienen se vean afectados. Además, por su enorme estabilidad, pueden almacenar datos en su interior sin que sufran ningún tipo de alteración durante miles de años. Y lo mejor de todo es que no hace falta ninguna fuente de alimentación para evitar el borrado de los mismos, lo que les permitiría reemplazar memorias del tipo de las flash utilizadas en los pendrives. Los resultados de este trabajo han sido publicados en la revista Scientific journal of Applied Physics y el equipo de Beresna ya ha comenzado a trabajar junto a la empresa Altechna, de Lituania, en el desarrollo de una versión comercial de este producto.
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¿Habremos encontrado por fin un soporte duradero para almacenar datos digitales? Aunque, como contrapartida, el cristal es frágil.
#2 De seguro estará protegido. No creo que tengamos que conectar un cristal en la computadora, sino un nuevo tipo de disco duro, por ejemplo.
#2 El "cristal" de silicio, siendo de silicio no creo que sea fragil realmente. pero ya veremos
#2 como tu cerebro Joaquín
#2 Decile eso a los diamantes y el silicio
#15 Los diamantes son frágiles. No hay que confundir dureza con resistencia. El carbono, cristalizado en forma de diamante, es el elemento más duro de la naturaleza conocido por el hombre pero, eso significa que raya cualquier otra cosa, y que nada (material) lo raya a él. Pero se te cae un diamante, y se puede romper en trocitos.
Imagínate un pendrive del tamaño de una pila con una capacidad parecida pero a un costo menor y mayor durabilidad de datos, o por qué no los SSD con base de cristal. Todo ello a un coste siempre menor, lo que es bueno para la industria y para el usuario, que al fin y al cabo es el que finaliza la cadena.
Está muy bien lo de un pendrive tan pequeño, pero ya llegaríamos a un tamaño de miniaturización tal que se acabaría perdiendo. Bueno, o por lo menos, te aseguro que yo lo acabaría perdiendo ;-).
"por su enorme estabilidad, pueden almacenar datos en su interior sin que sufran ningún tipo de alteración durante miles de años"
Y eso le da el tiro de gracia a ésta tecnología. Las corporaciones solo producen cosas que dejen de funcionar pronto, para que tengas que comprar repetidamente.
#7 Entendería que no llegara a utilizarse por costos o algo por el estilo, pero sería bastante triste que esta tecnología no se llegara por esa razón que dices.
Si al final Stargate tenia razon en lo de los cristales xD
Me parece excelente, aunque yo tengo una idea parecida de almacenar datos en cristales… Espero muy pronto ver la version comercial y un paso mas hacia el futuro, viva la Informatica!!!
Siii muy baratos, dejen que salga y verán lo baratos que saldrán… así nos dijeron con los coches eléctricos e híbridos, serán económicos y toma chango tu banana!!!
Puede que el cristal en si sea barato, pero, ¿que tal el lector/escritor?
Supe de esto hace casi 20 años (y no exagero) por un artículo de la revista Investigación y Ciencia. Se basaba en un cristal que se giraba cuidadosamente sobre un eje, y mediante la confluencia de láseres se grababa de manera similar a un holograma. La ventaja era que permitía grabar de una vez, toda una página de datos, se giraba ligeramente y se grababa otra, y así sucesivamente. La desventaja era que en el eje de giro, se producía una reescritura que degradaba los datos a medida que se agregaban más páginas.
Al final krypton ya estaba adelantado 😉
como dijo el comentario numero 1 lo primero que sem e vino a la mente fue la fortaleza de la soledad… pero aun asi se me hace algo baste genial ahora a esperar las verciones comerciales y esperar costos razonables!
Algo tan duradero no creo que lo permitan, el proyecto fracasara. En este mundo consumista solo pueden existir productos con fecha de caducidad, incluidos algunos con caducidad "no oficial" (obsolescencia propgramada).
¿Por que os pensais que los aparatos siempre fallan cuando se les acaba la garantia?
Es una pena que el mundo funcione asi, triste pero cierto. Esperemos que con el tiempo las cosas cambien.
Solamente nos queda esperar, concuerdo con los comentarios 18, 19, 7 y 1.