Cuando pensamos en dominatrices, automáticamente entra en la ecuación el componente sexual, sin embargo, lo cierto es que ese rol se puede ejercer aún sin contacto físico. En el caso de Theodora, su especialidad es el «Findom» o «dominación financiera». Varios de sus clientes le han entregado el control de sus cuentas bancarias, pero aquellos esclavos que no logran cubrir las tarifas que solicita la señorita, tienen una alternativa: Minar criptomonedas para ella.
Imagina a una persona exitosa, con amplia habilidad para los negocios, velocidad al momento de detectar oportunidades, y múltiples dígitos en su cuenta personal… excitada sexualmente al ceder el control de su dinero a una dominatriz. Sí, el concepto de «dominación financiera» existe, y va mucho más allá de acciones clásicas como el envío de donaciones y obsequios. Algunos de los sumisos se convierten en «cajeros automáticos humanos», dejando que su dominatriz ocupe la posición de absoluta soberana económica. Uno de los ejemplos más mediáticos es el de Theodora, una dominatriz financiera de élite o «Manipulatrix», quien ha implementado una alternativa muy interesante para sus clientes: Las criptomonedas.
La relación entre las dominatrices y las criptomonedas es mucho más estrecha de lo que parece debido a las restricciones que existen en los servicios tradicionales de pago electrónico (PayPal bloquea a la industria del sexo en general), pero Theodora extendió su potencial no sólo aceptando diferentes criptomonedas a la vez, sino permitiendo que sus esclavos minen para ella. Si a eso le sumamos la impresionante escalada del Bitcoin y de opciones secundarias como Ethereum y Monero, Theodora tiene a su disposición poco más de un millón de dólares.
Su experiencia con criptomonedas se extiende a cuatro años, y lleva ocho como dominatriz financiera, aunque reconoce que su presencia en las redes sociales es más reciente (su cuenta de Twitter fue abierta en octubre de 2016). Otro aspecto interesante es que Theodora ha hecho grandes esfuerzos técnicos para simplificar el proceso de minería, demostrando un entendimiento en criptomonedas bastante pulido. Básicamente, todo lo que deben hacer los esclavos es ingresar a este enlace, y dejar la página en segundo plano mientras el minero integrado hace su trabajo.
Le minaba yo otra cosa a la señorita esta.
Por cierto, prefiero dejar el navegador minando para mejortorrent, que son unos cracks y hoy me traen los primeros episodios de la nueva temporada de South Park. Mientras que la pícara esta no me ofrece nada que no me dé cualquier otra chica; pajas mentales a cambio de dinero.
He pensado muchas veces en minar criptomonedas, pero no me termino de decidir por que no sé si me saldría rentable, además de no saber muy bien cómo va, por lo que artículos como estos me ayudan mucho a decidirme.
Yo lo hice. Me jodi un procesador y los cabrones nunca me pagaron. Es el riesgo de minar.
Cada estupideces hace la gente.