Está claro que para que hoy podamos vivir como lo hacemos, muchas especies aterradoras tuvieron que estirar la pata. Pero como bien demostró la película de Spielberg, Jurassic Park, siempre podemos contar con un científico loco que les devuelva la vida. Este es el caso del Dr. John VandenBrooks, quien logró críar una libélula gigante en su laboratorio al aumentar los niveles de oxígeno en la atmósfera. Afortunadamente, también demostró que no todos los insectos son afectados del mismo modo.
Como seguramente muchos saben, en algún momento de la prehistoria, esta bonita Tierra que habitamos era el hogar de libélulas gigantes, cuyas alas alcanzaban los 70 centímetros de largo, mientras cazaban presas vivientes. Afortunadamente, hoy lidiamos con libélulas mucho más pequeñas que no ponen en peligro nuestras vidas, pero era cuestión de tiempo hasta que alguien intente recrear estas prehistóricas criaturas.
El encargado fue el Dr. John VandenBrooks, quien luego de varios años de experimentación, logró criar libélulas gigantes en su laboratorio de Arizona. Luego de muchos estudios, alcanzó su objetivo aumentando el nivel de oxígeno en la atmósfera a 31% en un espacio aislado, mientras que hoy en día tenemos solo un 20%. Pero según el experto, lo más difícil no fue la creación, sino cuidarlo y alimentarlo. Teniendo en cuenta que estos insectos acostumbraban a cazar sus presas, el hecho de que unos estudiantes terminaron alimentándolo con sus manos, fue bastante antinatural… si una libélula gigante puede considerarse "natural" hoy en día.
Hasta el momento se creía que el gran tamaño de estos insectos era a causa de los niveles de oxígeno y, efectivamente, fue confirmado con este experimento liderado por el Dr. VandenBrooks. La pregunta que queda por responder, es por qué ciertos grupos de insectos crecían con más oxígeno y otros, como las cucarachas, siguen siendo del mismo tamaño. Hasta el momento, la teoría más popular, le acredita el cambio a los tubos huecos de la tráquea, que algunos insectos utilizan para respirar.
Esto lo sabe porque VandenBrooks, fiel al estereotipo del científico loco, intentó criar cucarachas gigantes y otros horrores similares, pero sin éxito. Pero estos no son los únicos resultados interesantes del estudio, ya que también pudieron confirmar que diez de los doce tipos de insectos estudiados, decrecían de tamaño con menores niveles de oxígeno en la atmósfera. En cambio, al subir los niveles de oxígeno, obtuvieron respuestas mucho más variadas. Estos resultados y muchos más fueron presentados el primero de noviembre en la reunión anual de la Sociedad Geológica de Estados Unidos en Denver. Y si VandenBrooks no llega a tener éxito con su carrera científica, siempre podrá armar su propia tienda de los horrores.