Un grupo de niños perdidos en el bosque. Una idea que tus películas clásicas de horror han explorado y explotado hasta el cansancio, pero si estás atrapado aquí conmigo, sabes muy bien que las cosas funcionan de modo diferente en la Fundación. En tus manos tienes el archivo que pertenece a SCP-899. Un «fenómeno psíquico y telequinético» de acuerdo con los cráneos que lo escribieron, expresiones que los hace sentir más seguros y confiados… pero yo sólo puedo ofrecerte la verdad: Son cada vez más numerosos, y están furiosos.
Admito que la Fundación hizo un trabajo más o menos decente en la contención de SCP-899. Se manifestó por primera vez en una región específica del Parque Nacional Rocky Mountain, al norte del estado de Colorado. El fenómeno no puede alejarse más de cinco metros de cualquier árbol vivo en pie, un detalle que le dio a los elementos de la Fundación la posibilidad de crear un espacio cortafuegos que sirve como barrera. Agentes repartidos en tres cabinas de servicio a través del perímetro se encargan de alejar a los excursionistas, y de ser necesario, borrar su memoria con amnésicos. ¿Por qué? Por los niños, por supuesto.
SCP-899 se materializa en nuestro mundo como grupos de niños fantasma. Los testimonios de varios viajeros coinciden en que los niños son hostiles, persiguiendo, acosando, y arrojando rocas a quienes pasan por la zona. Al no tener una forma definida, es imposible saber la edad o el género de los niños, pero una cosa es segura: Si el «invasor» tarda demasiado en irse, lo atacarán físicamente. El resultado de ese ataque es muy extraño: El adulto pierde todos sus recuerdos previos al inicio de la pubertad, un proceso que modifica su personalidad por completo. El impulso y la curiosidad desaparecen, cualquier expresión de humor es rechazada, y se vuelve muy impaciente con los más pequeños.
Pero aún hay más. Siempre hay más en la Fundación, no lo olvides. SCP-899 reacciona de otra manera frente a niños. Cualquier joven preadolescente que entre en contacto con una de las entidades desaparecerá físicamente, mientras que el resto «absorbe» ciertas características en la apariencia del niño perdido. Ahora, me temo que no puedo decirte qué es lo que sucede con aquellos adolescentes que no hayan madurado del todo pasada la pubertad. La Fundación se encargó de borrar hasta el último detalle, una forma sutil de indicar que todo termina mal.
Cada intento de comunicación finalizó sin excepción en ataques a los agentes de la Fundación. Cualquier arma o munición hecha de hierro es efectiva para evitar el contacto directo con las entidades. Otros materiales son igual de potentes, pero la Fundación limitó y clasificó su acceso. En la región existe una especie de anomalía espacial que inutiliza a brújulas y sistemas GPS por igual. Las entidades también han atacado a animales, pero por alguna razón evitan el contacto físico.
Diez años atrás, la Fundación decidió llevar a cabo un experimento: Exponer a los niños de SCP-899 al efecto de otro SCP, designado 573. SCP-573 es una flauta hecha de hueso, y todo pequeño que escuche su música entrará en un estado altamente receptivo, obedeciendo cualquier orden. Al principio, el experimento fue un éxito, y los niños se alejaron sin incidentes… pero imagino que ya sabes lo que pasó, ¿verdad? Usar la flauta tuvo consecuencias, y desde cierto punto de vista, SCP-899 «evolucionó». ¿En qué? Sólo hay un registro visual disponible:
Lo que acabas de ver es SCP-899-1. Esta variante se desvió del comportamiento tradicional y atacó de inmediato a uno de los doctores de la Fundación, causando múltiples cortes y heridas por mordeduras en el cuello, brazo, y la parte alta de uno de sus muslos. A pesar del contacto físico, el doctor pudo retener las memorias de su juventud, pero es evidente que «robar la infancia» de sus víctimas ya no es suficiente: La intención es matar. Una semana después, las instancias de SCP-899-1 crecieron en número, y su deseo de conflicto también se extendió a las entidades SCP-899 normales. Una de las cabañas en la frontera norte fue incendiada por SCP-899-1, provocando la muerte de un agente.
La única buena noticia para la Fundación es que SCP-899-1 puede ser disuadido del mismo modo que las entidades previas, pero el uso de SCP-573 ha sido prohibido. El error de la Fundación al cruzar SCPs sin medir las consecuencias tal vez haya despertado a una bestia imposible de apaciguar…
CLASIFICACIÓN: EUCLID, EX SEGURO