Lisandro Pardo
No mires hacia arriba. Tranquilo. Pónte este sombrero. Estarás bien siempre y cuando no mires hacia arriba. Un vistazo en el lugar y el momento equivocado puede ser nuestro fin. Se supone que no deberíamos caminar tan cerca de esta instalación. Sólo los investigadores entran aquí, y nunca falta el inepto que se convierte en comida por no seguir instrucciones básicas. Por suerte, la criatura es dócil y tiende a limitar sus reacciones, pero si no tenemos cuidado… terminaremos digeridos. Lentamente.
Orfeo y Eurídice, la esposa de Lot… resistir la tentación es fundamental. El músico lo perdió todo en el último momento, la mujer se convirtió en sal. Dicen que los ojos son las ventanas del alma, pero deberíamos controlar qué entra por ellas, especialmente en este lugar. A veces, la Fundación nos advierte hasta que es demasiado tarde, y apenas cruzamos la línea, bueno… tal vez seamos más útiles como experimento.
La buena noticia es que no hay demasiada actividad de ese tipo con SCP-312. De hecho, ni siquiera necesita alimento frecuente. Ha pasado meses enteros sin comer, sin señales de violencia ni agitación. Pero todas nuestras observaciones deben ser indirectas. Fotos, cámaras de vídeo. «¡Una medusa gigante!», dicen aquí. SCP-312 crea una nube lenticular a su alrededor, usando vapor de agua y corrientes atmosféricas. La ilusión es poderosa: Su parte superior mide dos metros y medio de diámetro, y sus tentáculos llegan a los 25 metros.
Sabemos que SCP-312 está hecho de tejidos delgados y gases con una temperatura más alta de lo normal. Un globo, en esencia. Una vez que se alimentó, decide perderse por allí buscando a su próximo bocado, pero también aprovecha sus características para mantener una posición estable sobre una buena presa. Casi nunca lo hemos visto cerca de la superficie. Se siente más cómodo allá arriba, cientos de metros sobre nuestras cabezas.
Imagino que tienes preguntas. ¿Por qué nos caza desde allá arriba? ¿Cómo logra detectarnos? En realidad busca mamíferos de gran tamaño, pero ha demostrado una intensa preferencia por la carne humana. Localizada a su presa, continuará maniobrando sobre ella mientras utiliza las corrientes. Las únicas maneras de escapar son moverse a más de 30 kilómetros por hora, o entrar en una multitud. Muchos humanos a la vez parecen confundir a SCP-312, y lo único que hace es cambiar de presa.
¿Cómo es en el centro? Ojos. Cúmulos enteros de ojos, conectados con tentáculos. Humanos en apariencia… salvo por el grande. Una esfera gigante, con todos los ojos secundarios conectados a ella. Ese es el ojo que debes evitar. SCP-312 se quedará en calma hasta que alguien mire a ese ojo enorme. Una vez que lo haces… tienes toda su atención.
El último paso de SCP-312 es generar una especie de vórtice que lo conecta con el suelo. El vórtice crea una corriente ascendente, que dispara a la presa directamente a sus tentáculos. Cuando entra en su alcance, SCP-312 la paraliza con una picadura venenosa, y así comienza su digestión. Una semana después, todos ven caer los restos.
La historia suena familiar, ¿verdad? ¿Vacas secuestradas por platillos voladores? No amigo, lo más probable es que se trate de una instancia salvaje de SCP-312. La Fundación cree que hay al menos tres de ellas sueltas, cazando, esperando. Sabemos que pueden seguir a una misma presa durante meses, conservando su distancia y escondiendo su actividad hasta el último momento. La próxima vez que encuentres una nube con forma de lenteja… sigue mi consejo: No mires hacia arriba.
