Imagino que te lo has preguntado en más de una ocasión, y desde cierto punto de vista… esa es la razón por la que regresas una y otra vez. ¿Por qué? ¿Por qué la Fundación contiene anomalías? ¿Qué estamos haciendo exactamente? ¿Qué es lo que defendemos? Cualquiera podría pensar que la humanidad no merece su supervivencia teniendo en cuenta las atrocidades que hemos cometido, pero hay un pequeño secreto en todo esto: La humanidad no es tan importante. A veces, sólo somos peones en un campo de batalla donde la realidad misma está en juego, y sus combatientes se encuentran más allá de nuestra comprensión…
Las operaciones a gran escala siempre son difíciles. Demandan muchos recursos y suelen llamar demasiado la atención, pero esta vez no hay alternativas. Cuando el objetivo es contener a un pueblo entero, nada debe quedar al azar. ¿Has oído hablar de Daleport en Nueva Inglaterra? ¿No? Bien, eso significa que están haciendo su trabajo. Cuanto más rápido se olviden todos de ese lugar, mejor.
La Fundación instaló a su Área-37 en las afueras del pueblo. La zona específica a contener es casi circular, con un kilómetro de diámetro. Todo el perímetro se encuentra vigilado, combinando cámaras de seguridad y personal armado. Nadie puede ingresar sin autorización del Director de Seguridad. Sólo digamos que las dimensiones no funcionan del todo bien allí.
El «evento» sucedió en el ’97. Todo parecía normal dentro de Daleport, sin incidentes mayores… hasta que la nube de gas apareció justo en el centro. Cubrió al pueblo entero por una semana y media, y cuando se disipó… lo único que dejó atrás fue caos. Edificios enteros cambiaron de tamaño, pasillos que llevan a diferentes lugares cuando tienen una sola salida, habitaciones que reducen su volumen una vez que entras en ellas, puertas que te mueven a otro momento del día… y después están los monstruos.
La Fundación encontró una gran cantidad de cuerpos pertenecientes a los residentes de Daleport. La mayoría parece haberse suicidado, pero otros se transformaron en algo… diferente. Entrañas que recogen transmisiones de audio y usan tejido como altavoces. El cuerpo de un anciano con sus ojos arrancados que despide ceniza constantemente por todos sus orificios. Torsos flotantes que corren y se desvanecen en el aire. El cuerpo de una mujer suspendido 50 metros sobre el suelo… manifestaciones físicas de las locuras más retorcidas que puedas imaginar. Cualquiera que trate de entrar allí, debe dejar su cordura en el perímetro.
En la primera misión usaron un dron terrestre con equipo atmosférico. La nube estaba compuesta de azufre, nitrógeno y varios oxocarbonos, pero su concentración no era letal. Las cámaras registraron un terreno plano y devastado, extendiéndose dos kilómetros desde el borde. La segunda expedición fue tripulada, con un par de Clase D sirviendo de «exploradores». Los técnicos les ordenaron quitarse los trajes hazmat dentro de la nube, pero no sufrieron efectos secundarios más allá de la sensación de respirar esmog.
En la tercera misión, todo se fue al demonio. La Fundación decidió ingresar con fuerza, moviendo un pelotón completo con seis vehículos blindados. Los sistemas de radio comenzaron a registrar diálogos extraños, la comunicación bidireccional se perdió… y todo lo que podían escuchar era los disparos y los gritos.
Media hora más tarde, la Fundación recibió un mensaje. Un ente llamado Ssvlsrr se identificó como el responsable por la nube en Daleport. También dijo que algunos de los miembros del pelotón se habían «convertido en n’gha», pero que el resto «estaba a salvo». Los detalles son… raros. El mensaje indicaba que «el Mal había sido invocado» por un grupo de «hlirghh», y que lo peor sería contenido, pero que el pueblo y su gente no quedarían intactos. Una gran batalla se llevaría a cabo allí, y no se detendría hasta que quede un vencedor. Sólo entonces Ssvlsrr se retiraría.
La Fundación se concentró en recuperar elementos que permitieran identificar algo de lo que ese Ssvlsrr estaba hablando. Varias cámaras de vídeo con sus grabaciones intactas revelaron imágenes del combate. Monstruos con tentáculos decapitando y destripando residentes, un anciano con bombín que les causa dolor y los obliga a huir, espíritus que salen de los postes de luz… todo es salvaje, sangriento, y absurdo.
Pero Ssvlsrr cumplió con su palabra. Varias semanas después de abandonar el pueblo, 94 civiles y casi todo el equipo enviado por la Fundación apareció sano y salvo en el Área-37. No pueden recordar nada de lo sucedido, y no brindaron información adicional. El misterio quedó resuelto gracias a las grabaciones en la zona del ayuntamiento. Al parecer, un convoy de coches, camionetas y vehículos blindados llegó al edificio principal con la ayuda de… ¿robots? ¿Androides? Todos escaparon a través de una especie de portal, y el último en salir grabó un mensaje en la entrada: «PANGLOSS TE OFRECE SANTUARIO».
Los últimos detalles fueron encontrados en el cuerpo de un tal «Reverendo Michael Hawshore», líder espiritual de una organización religiosa llamada «La Sociedad de la Victoria». Un loco que asesinó niños y a sus propios colaboradores para «salvar al mundo de los Dioses». Dioses primordiales cargados de crueldad y depravación, que ven a los humanos como simples insectos.
Hawshore estaba convencido de que no podíamos hacer nada para evitar la llegada de estos Dioses, enfocados en doblar la realidad misma a su voluntad. La única forma de detenerlos, la única forma de destruirlos… es enfrentarlos entre sí. Daleport, transformado en un campo de batalla para enemigos eternos, sedientos de sangre. Y sólo puede quedar uno. Un Dios Vencedor parado sobre una pila de cadáveres cósmicos.
El problema es… la propia naturaleza del caos. Si hay algo que sabemos bien sobre él, es que no se queda quieto. Nuevos dioses, ángeles y demonios surgirán de allí. Y eso significa una cosa: Todo esto volverá a suceder.