Bienvenido. En septiembre del año pasado compartimos una introducción al multiverso de la Fundación SCP, sus objetivos inmediatos, y por sobre todas las cosas, qué clase de amenazas enfrenta. Monstruos. Manifestaciones. Extraterrestres. Hasta un simple dibujo o una idea puede matar dentro de la fundación. Si deseas saber más al respecto, entonces tal vez que preguntes por dónde comenzar exactamente. Voy a hacer una humilde sugerencia: El SCP original, SCP-173.
Es sin lugar a dudas una de las criaturas más enigmáticas y peligrosas jamás capturadas por la Fundación, aunque el término «criatura» no sería del todo válido. Nadie sabe absolutamente nada sobre su origen. Nadie sabe si fue construido, si «nació», o si llegó de otro plano existencial. Las únicas dos prioridades para la Fundación son el análisis y la contención de SCP-173. A simple vista, SCP-173 transmite la sensación de una escultura a medio terminar. Los expertos han concluido que está hecho de hormigón y acero corrugado. Las manchas de pintura en su superficie fueron hechas con aerosol de la marca Krylon, casi como un acto de vandalismo. En otras palabras, SCP-173 parece inofensivo… hasta que uno ve la sangre.
La prisión de SCP-173 está cubierta con una sustancia de origen desconocido, una mezcla repugnante de sangre y excremento que debe ser eliminada cada dos semanas. Las pobres almas (¿o tal vez no?) encargadas de la limpieza sólo pueden ingresar al recinto en grupos de tres como mínimo, una medida extra de precaución frente al horror y la extrema hostilidad que esconde la escultura. SCP-173 permanece en un estado de inmovilidad absoluta siempre y cuando alguien mantenga contacto visual directo. Ni siquiera está permitido parpadear, y cada miembro del equipo que necesite hacerlo debe advertir al resto. Si el contacto visual llegara a romperse, SCP-173 asesinará a toda persona a su alcance. El ataque es rápido y brutal, con una especial preferencia por romper el cuello de su víctima en la base del cráneo, o estrangularla.
Varios miembros del personal asignado a la contención de SCP-173 han reportado ruidos extraños provenientes de la prisión… como piedras rozándose una con la otra. Por el momento, esa actividad es considerada normal, y SCP-173 no ha hecho ningún intento de escape, pero es cuestión de tiempo. Siempre es cuestión de tiempo. Recuerda: No parpadees. No dejes de verlo. Si lo hacés, morirás.
