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Los archivos Creepypasta de la SCP: SCP-146

«Cabeza de Bronce de la Vergüenza»

Imagino que te lo has preguntado en algún momento. ¿Cuál es el peor monstruo que guarda la Fundación? Algunos ejemplares son ciertamente perturbadores, ya sea porque disfrutan del mal que hacen, o porque no tenemos la capacidad para entenderlos. Pero nunca, nunca olvides esto: El peor monstruo… es el que llevas dentro. Todo lo que has dicho, todo lo que has hecho. Crees que tienes ese veneno guardado bajo candado, y te sientes seguro por ello. Ahora, la pregunta es… ¿qué sucedería si encuentras algo con la llave correcta para abrirlo?

La primera vez que lo observas no parece tan amenazante. Nada más que un viejo busto romano hecho de bronce y con una buena pátina en su superficie. El equipo de investigación no logró ponerse de acuerdo si se trata de una mujer, o un hombre con rasgos afeminados. Tampoco es difícil imaginarlo juntando polvo en algún museo, pero ahora que conocemos sus efectos, las consecuencias serían devastadoras. Lo último que necesita ese busto, es estar en público o tener una audiencia.

La Fundación se las arregló para que el busto se sienta «como en casa». Eso significa que su espacio de contención fue decorado siguiendo patrones de la antigua Roma. No me preguntes por qué, el busto no puede hablar ni moverse, pero todos los que trabajaron cerca de él insisten en que… prefiere ese estilo. Si dependiera de mí estaría cubierto o encerrado en una caja. Me repitieron hasta el cansancio que eso haría las cosas mucho más complicadas.



El verdadero problema comienza cuando lo miras a los ojos. Hay algo en ese brillo plateado que… no está bien. Y ahí es cuando las memorias brotan. Pequeños recuerdos, detalles que te hacen sentir vergüenza, culpa. Nada demasiado serio al principio… pero el efecto continúa si te quedas en el campo visual del busto, y si vuelves a mirarlo a los ojos, es aún peor. Como podrás imaginar, la Fundación no dudó en evaluar sus límites con algunos Clase D…

Las memorias se vuelven más intensas, dolorosas. Es como si volvieran a vivir esos momentos en carne propia. Con apenas treinta minutos de exposición, las memorias se transforman en alucinaciones. Sus víctimas pierden la capacidad de separar al presente del pasado, y al mundo real de su imaginación. También hemos visto regresiones de personalidad, retroceden hasta el momento en el que sucedió la memoria. Algunos se convirtieron en niños otra vez…y nunca regresaron.

Cualquier víctima expuesta al busto por 60 minutos o más quedará atrapada en sus alucinaciones. Es un estado casi catatónico, imposible de quebrar. No responden a estímulos externos, y si no fuera por la alimentación intravenosa, morirían de hambre. Lo único que sale de ellos es un murmullo, apenas un reflejo verbal de sus mentes hechas papilla.


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Cuando las exposiciones son más cortas o el evento recordado es relativamente menor, aquellos afectados por el busto suelen tratar de «reparar» la situación. De hecho, los miembros involucrados han demostrado una mayor unidad en el trabajo, y tratan de equilibrar sus culpas con acciones positivas. Pero son la excepción a la regla. La mayoría cae en una profunda depresión, aparecen las autolesiones… y se suicidan.

El resto de los detalles están en el archivo, designación SCP-146. Todas tu vergüenza, todas tus culpas, expuestas, amplificadas. Antes de continuar… pregúntate si estás listo.


CLASIFICACIÓN: EUCLID


Escrito por Lisandro Pardo

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