La crisis del agua está llegando con paso parsimonioso y los científicos de la Universidad del Estado de Michigan han descubierto un método para convertir estiércol en agua limpia. Utilizando un complejo desintegrador de desechos y aprovechando las características de los nutrientes de los mismos, este invento podría resolver varios problemas de una vez.
Debajo de escombros de templos caídos, entre las harapientas túnicas de los fallecidos y arriba de las montañas más escabrosas, los alquimistas buscaban con martirio los ingredientes más extraños, tratando de cerrar la receta del elixir de turno. Convertir lo impuro en puro era la tarea de todo aquel que signara su vida a los papiros de la química, y esta tarea se ha mantenido por años, llegando hasta nuestros días. En un proceso mucho menos romántico y angustioso, los científicos están buscando maneras de reciclar aquellos productos que hasta hoy consideramos como desechos totales, pero a un nivel más extremo. Es decir, todos sabemos que con el estiércol de vaca se puede hacer abono, pero nadie se imaginaba que se iba a inventar un método para convertir estiércol de vaca en agua limpia.
El equipo de la Universidad del Estado de Michigan desarrolló un método capaz de extraer los nutrientes que tiene el estiércol de vaca, pudiendo procesarlo eventualmente para convertirlos en agua limpia. Para realizarlo se utilizó lo que se llama un sistema de Separación de Nutrientes McLanahan. Éste está dotado de un digestor anaeróbico que extrae la energía de los desechos y sistemas de filtración y ultrafiltración de aire para lograr una ósmosis inversa que es la que termina convirtiendo los nutrientes y la humedad en agua limpia, potable, lista para que cualquier humano pueda tomarla sin consecuencias. Hasta ahora se ha podido extraer 190 litros de agua por cada 378 de estiércol, pero el proyecto aspira a que se puedan conseguir unos 246 litros de agua potable.
El profesor Steve Safferman, responsable mayor del equipo de científicos, indicó los sistemas de extracción están siendo evolucionados semana a semana, y que la idea es totalmente lógica debido a que el 90% de los desechos de los animales en cuestión es agua, con un 10% restante de nutrientes, carbono y patógenos que son nocivos para el medio ambiente si no se los trata. Con este proyecto con miras de estrenarse en el mercado para 2014, se estaría resolviendo dos problemas con uno.