Volantes en carreras de coches, palancas para volar aviones, sensores que simulan impactos, armas en tamaño real… la idea de complementar experiencias digitales con objetos físicos lleva mucho tiempo entre nosotros, pero se ha visto muy revalorizada gracias al avance de la realidad virtual, dando espacio a proyectos independientes muy interesantes. Uno de ellos es el de una bicicleta fija utilizada para realizar pequeños paseos virtuales, y si hacemos a un lado la bicicleta, la pieza más compleja del proyecto, es un módulo Arduino.
Los jugadores principales en el mercado de la realidad virtual ya fueron presentados. Ahora, es cuestión de ver la respuesta de los usuarios, y por supuesto, estudiar de cerca qué es lo que puede hacer el software disponible. Pero la oferta de la realidad virtual va mucho más allá de lo que podemos encontrar en las estanterías. Las tecnologías son mucho más abiertas, y este detalle permite que toda clase de entusiastas exploren código y hardware por igual. Tomemos el caso de Paul Yan, quien decidió combinar un entorno de realidad virtual basado en Unity con una bicicleta fija real. ¿Qué fue lo que utilizó como puente? Nada menos que un módulo Arduino.
En esencia, su casco está compuesto por un visor relativamente económico, un iPhone cargado con el software necesario, y un cable que lo conecta al Arduino, encargado de registrar las revoluciones de la rueda trasera. Las limitaciones en el diseño son bastante obvias, comenzando por la falta de un sensor en el manillar que permita usarlo para girar en el entorno virtual, del cual tampoco se puede pedir demasiado, ya que es un recurso relativamente básico en Unity (si prestamos atención, los vehículos en la ciudad virtual no se mueven).
Si hacemos una excepción para estos bordes filosos, la prueba de concepto es definitivamente exitosa. Yan indica a través de su página oficial que el costo total del proyecto fue de unos 40 dólares. La página también contiene el código Arduino, y detalles adicionales sobre la preparación del sensor.