Si queda alguna duda de que la potencia del silicio es una maravilla, basta ver cómo esta creado y cómo funciona un ordenador que de tan pequeño, cupe dentro de un pendrive usb. Esto es lo que acaba de presentar la compañía noruega FXI, que apela a enfatizar un tipo de producción de estos ultra mini ordenadores que hasta ahora resulta ser meramente prototípica. Cotton Candy puede ser usado directamente sobre una pantalla a través de su conexión HDMI y su procesador dual core de 1.2 ghz o también puede usarse en un sistema operativo anfitrión, al ejecutarlo como una aplicación.
El ordenador dentro de un pendrive USB tiene por nombre Cotton Candy, y está compuesto por el mismo microprocesador que el famoso y muchas veces recomendado Samsumg Galaxy II, el Samsung Exynos ARM de 1.2 ghz doble núcleo. Además de esta potencia en su corazón, Cotton Candy cuenta con WiFi de 802.11, conexión BlueTooth para conectar a teclados y ratones, salidas a video HDMI con todo tipo de soporte para pantallas y un espacio para introducirle una memoria SD. Hasta ahí un ordenador lo suficientemente potente, pero nada de aumentar tamaños, pues el Cotton Candy debe su nombre a la ventaja más obvia, su peso; que asciende sólo a 23 gramos
Claro que Cotton Candy no es un ordenador dentro de un pendrive USB que se agrega a la lista de otros inventos del estilo, sino que tiene una particularidad que lo hace interesante, y es que debido a la codificación que posee su estructura de hardware, este pendrive puede introducirse en cualquier USB de un sistema Windows, Linux o Mac OS X e inmediatamente correr la aplicación de Cotton Candy para que aparezca la interfaz de un sistema operativo basado en Android. Con esa infraestructura de sistema operativo cuasi virtualizado, Cotton Candy podrá intercambiar archivos e información con el sistema anfitrión, por lo que las posibilidades son muchas en cuanto a uso paralelo.
Cotton Candypodrá, con las especificaciones mencionadas, correr gráficos de hasta 1080 a través de Android 2.3, pero para esto no necesariamente hará uso de un ordenador con sistema operativo, sino que puede conectarse directamente a una pantalla y a los periféricos necesarios para utilizarlo como si fuera un ordenador convencional. El desarrollador dice que también podrá servir para utilizarse desde una Tablet a un iPhone, pues estos reconocerán al dispositivo USB y éste lanzará la aplicación del sistema operativo Android a pantalla completa. Las ventajas son muchas para un dispositivo que podría rondar los 200 dólares, pues incluso podría servir como un servidor Linux de 23 gramos.