Los teléfonos móviles han estado entre nosotros desde hace tres décadas, pero no llegaron al uso masivo, hasta los años noventa y hasta más tarde en otros países. Esta es la razón por la que no se ha podido llevar a cabo un estudio a gran escala para confirmar de una vez por todas si su uso produce enfermedades como cáncer. Ahora ese estudio será llevado a cabo por el Imperial College bajo el nombre COSMOS y durará entre 10 y 30 años.
Desde que el celular apareció en la escena, ha habido muchas historias sobre cómo la radiación emitida por los dispositivos, eventualmente podrían provocarnos cáncer. Hasta ahora nadie lo ha comprobado, pero es cierto que también decían lo mismo del horno microondas cuando se vendían como pan caliente. Ahora, para sacarnos las dudas de una vez por todas, se esta llevando a cabo un estudio a largo plazo sobre cómo la telefonía móvil impacta la salud del ser humano.
Bajo el nombre COSMOS (Cohort Study on Mobile Communications, será el más grande de su tipo. Tendrá cerca de 250,000 sujetos de prueba, entre los 18 y 69 años de edad, en Gran Bretaña, Finlandia, Holanda, Suecia y Dinamarca. Según los estudios previos, el resultado sería alentador, pero durante los diez años se han llevado a cabo pruebas muy esporádicas. Recién ahora se estudiará con la profundidad necesaria para alcanzar resultados conclusivos.
Otros estudios a gran escala se centraban en personas con cáncer u otras enfermedades y su uso de celulares. Aunque los teléfonos móviles no han estado disponibles por más de dos décadas, grupos como la Organización Mundial de la Salud, la Sociedad Americana de Cáncer y el Instituto Nacional del a salud no han podido constatar que los móviles producen enfermedades como cáncer, Parkinson, Alzheimer y otras. La razón para que no haya habido estudios a largo plazo, es que los móviles no han estado tanto tiempo entre nosotros.
Paul Elliot, profesor del Imperial College, la prestigiosa universidad inglesa donde se llevará a cabo el estudio, explicó que el objetivo del estudio es proteger a las próximas generaciones. “Por el bien de los usuarios actuales y futuras generaciones, es lo más sensible para hacer. El estudio COSMOS observará el uso a largo plazo, 10, 20 o 30 años. Y con este tipo de observación habrá tiempo para que las enfermedades se desarrollen.” Es decir que no veremos resultados de este estudio hasta dentro de 10 o 20 años, pero finalmente podremos responder una pregunta que ha estado rondando desde la aparición de esta tecnología.