Los nanotubos, un adelanto tecnológico desarrollado en carbono y con miles de características, una de ellas la de generar luz.
EL numero de Science del 19 de agosto, nos comentaba un hallazgo, para una forma elemental de carbono, los nanotubos, que ya venían dando noticias respecto de su aplicabilidad a áreas de medicina y de electrónica, así como incluso en la mecánica con el “supervelcro”, una lamina que tiene 200 veces más poder de adherencia reversible que las patas del gecko. Ahora, tenemos una tela fabricada con nanotubos que genera luz. Desde pantallas enrollables, paneles, etc. Con un desarrollo sencillo y barato (comercialmente viable) para su explotación comercial. La fabricación de la lamina se hace el cultivo de un “bosque” de nanotubos sobre una superficie similar al vidrio recubierta con una catalizador que estimula el crecimiento de nanotubos. Esta superficie de nanotubos es luego transferida a una cinta adhesiva aplicando una simple presión. Sumada a esta fabricación esta un sistema que enrolla el producto a medida que sale (con velocidades de producción de hasta 7 metros/minuto del producto sin llegar al límite mecánico. La lamina es de unos 18×10-6 metros (o 18 micrómetros), tengamos en cuenta que un cabello humano mide 50 micras), su peso es igual al 0,4% de una lámina de Mylar, 18 laminas de nanotubos forman una estructura más resistente que la de Mylar y que las láminas de aluminio o de acero a igual peso. Otro fin puede ser como antenas o calefactores en automóviles, por medio de las microondas y usando plexiglas como recubrimiento. Alivio se siente al pensar en los recambios de las lamparitas de Las Vegas, ¿no?