Pocos enemigos son tan implacables para un ordenador como la temperatura. Existen diferentes formas de mantenerla a raya, y una de las más críticas es adoptar una buena disciplina en lo que se refiere a la limpieza del sistema, pero la frase dice que el precio de la paz es la eterna vigilancia, y ahí es cuando interviene Core Temp. Con un simple ejecutable podrás monitorear de cerca cualquier cambio térmico, y obtener información avanzada sobre el silicio.
La discusión de la temperatura en los ordenadores está recibiendo mucha más atención de lo usual debido a los nuevos procesadores de alto rendimiento que aparecieron en el mercado. El TDP de los chips Threadripper llega a los 180 vatios, y aunque AMD anunció varios modelos compatibles de disipadores tradicionales, la mayoría de los entusiastas han decidido seguir la ruta de la refrigeración líquida. Algo similar sucede con los Core i9, danzando alrededor de los 165 vatios. Si a eso le sumamos detalles como el brutal TDP de las tarjetas AMD Radeon Vega, es evidente que el usuario no puede descuidar el «factor calor». Afortunadamente, el proceso de monitoreo no requiere mucho, y una aplicación compacta al estilo de Core Temp es suficiente para ese rol.
La interfaz principal se encarga de presentar detalles esenciales sobre el silicio en nuestra PC, comenzando por el modelo exacto, revisión, zócalo, litografía, voltaje, TDP, y por supuesto, el número de núcleos junto a su carga actual. En la parte inferior aparece el registro de temperatura, e incluye el máximo permitido antes de su corte automático (puede haber diferencias), el valor del núcleo 0, y ambos extremos en el registro. En la sección de herramientas encontramos una sección que presenta datos más amplios del sistema (el atajo de teclado es F3), con velocidades de bus, parámetros de caché, e instrucciones disponibles (algo importante para verificar en PCs antiguas antes de instalar Windows 10).
También ofrece un modo Mini que ocupa menos espacio en la pantalla, y nos da la posibilidad de modificar los iconos en la bandeja de sistema. Core Temp es un software gratuito, pero el instalador viene con un pequeño «regalo» que es recomendable evitar. La mejor opción es su versión portátil, compatible con Windows a partir de XP, en 32 o 64 bits.