Un equipo de científicos alemanes descubre un nuevo elemento químico para añadir a la veterana tabla periódica que llevaba bastante tiempo sin presentar cambios. Se trata del número 112 y, como no podía ser de otra manera, su estructura atómica le convierte en el más pesado de todos. En realidad, Copernicium (Cp) fue descubierto hace 13 años pero ha sido ahora, tras muchos experimentos, cuando se le ha reconocido el estatus de elemento oficial de la tabla periódica. Bienvenido, Coper, pasa y ponte cómodo.
La ciencia está de enhorabuena aunque los estudiantes no tanto. Después de 13 años de penitencia, el nuevo elemento químico que descubriera un grupo de científicos alemanes liderados por el Profesor Sigurd Hofmann, ha conseguido hacerse un nombre en la rígida tabla periódica que, desde hace mucho tiempo, no deja entrar a nadie en su exclusivo club. Por su propia posición, posee unas propiedades bastante exóticas que le alejan de los elementos menos glamurosos como el hierro o el potasio. Desde 1976 el científico alemán del Centro de Investigación de Iones Pesados (GSI en alemán) está trabajado en este elemento, y por fin ha sido oficialmente reconocido como el elemento 112 por la Union of Pure and Applied Chemistry (IUPAC).
Inicialmente se conocía como Ununbio(Uub), pero después el descubridor oficial, en un arranque de humildad encomiable, ha preferido que, en vez de llamarse Hofmanium, se denomine Copernicium (Cp) en honor del extraordinario científico Copérnico, que cambió nuestra visión del mundo de un modo que pocos han logrado. De todos maneras, la IUPAC no permite bautizar los elementos con nombres de personas vivas, pero quién sabe, si hubiera sido un gran megalómano, lo mismo se habría suicidado por tal de quedar inmortalizado en la historia de la ciencia.
El copernicium es un elemento súper pesado y muy inestable. Hofmann ha conseguido crearlo mediante el uso de un acelerador de partículas de 120 metros de largo (GSI). El elemento aparece tras el bombardeo de iones de zinc a un objetivo formado por partículas de plomo. Esto provoca la fusión de los núcleos que da lugar al nuevo elemento. Como se desintegra después de una fracción de segundo, su existencia sólo puede ser demostrada con la ayuda muy rápida y sensible de los métodos de análisis. Denominaron al nuevo elemento 112 porque su número atómico resulta de la suma de los números atómicos de los dos elementos iniciales a partir de los cuales se creó: 30 y 82, del zinc y del plomo respectivamente. Es 277 veces más pesado que el hidrógeno.
El acelerador del GSI se viene utilizando en este tipo de experimentos desde 1981 y los científicos de este centro han logrado descubrir seis elementos químicos cuyos números atómicos van del 107 al 112. Los nombres oficiales de estos elementos son 107 bohrio, 108 hassio, 109 meitnerio, 110 darmstadtio y 111 roentgenio.
Nuestro nuevo líder del final de la tabla periódica deja atrás a sus compañeros de banca y se convierte en el más pesado de todos. Sin embargo, no penséis que con esto ya tenemos el futuro asegurado de los chalecos antibalas. El copernicium es terriblemente inestable y desaparece a los pocos milisegundos de haberlo creado. Típico comportamiento de estos elementos sintéticos que son creados por el hombre y que no existen de manera natural debido a su estructura atómica. No tiene aplicaciones prácticas en la vida real pero la ciencia no funciona por pragmatismo sino por pura curiosidad de saber cómo funciona la existencia. Por cierto, en castellano se llamará Copernicio.