Una gema perdida del año 1995. Dirigida por Gus Van Sant, muestra a una Nicole Kidman tan bella como psicópata. La blonda interpreta a una mujer que hará LO QUE SEA por cumplir su sueño: ser presentadora de noticias. Es una comedia negra, filmada en parte como un documental de crímenes estilo Netflix, en parte como película normal. Recomendadísima.