En estos días festivos aproveché el parate mundial para mirar de corrido todas las temporadas de Fargo en Netflix. Y, oh por Dios, ¡qué buenas que están! Me encantaron, realmente, y las recomiendo intensamente. Y me puse a pensar… ¿cuál es la mejor y menos conocida película de los Coen? La respuesta fue automática: “The Man Who Wasn’t There” (2001). Tal vez por estar en blanco y negro, tal vez por haber contado con muy poca publicidad, esta gema de los hermanos ha sido bastante ignorada por el público masivo. Y es una lástima, porque es tan brutal como hermosa.