Sí, Sega exploró el territorio de la realidad virtual en los ’90. No, no le fue nada bien. El Sega VR se transformó en una pesadilla de desarrollo, las quejas sobre mareos y dolor de cabeza se multiplicaron, y la experiencia era horrible en el hardware de la Mega Drive. Jamás abandonó la fase de prototipo, y fue cancelado antes de 1994.