Aparentemente, el cliente no dio ninguna indicación sobre la presencia de fuego, humo, u olor a quemado. El encargado de publicar este espanto dijo que no había adaptadores Molex-SATA involucrados (conocidos por su combustión espontánea), y que la culpa era de la fuente de alimentación, una EVGA de 500 vatios. ¿Lo más loco de todo? Ambas unidades funcionan.