Otra vez Mattel, aunque en una época muy diferente. El Derringer de 1959 era un «revólver oculto» en la hebilla del cinto, que se disparaba con un exagerado movimiento de la pelvis. En realidad, el mecanismo era muy débil, y el roce daba lugar a una descarga accidental de su munición, provocando serias quemaduras en el peor de los casos.