Herbert Mullin. Mató a 13 personas entre 1972 y 1973, y de acuerdo con «las voces en su cabeza», sus muertes impidieron un terremoto. Sus largos antecedentes de problemas mentales no evitaron su declaración de culpabilidad por dos asesinatos en primer grado, y otras nueve en segundo grado. Condenado a prisión perpetua en la Prisión Estatal de Mule Creek, en California.