Tierna, divertida, magistralmente dibujada y animada. Una fábula absolutamente fantástica que enamora a los grandes y cautiva a los niños. La bella historia de una ratoncita y un oso gruñón que quieren ser amigos pero no los dejan. Un cuento para niños con “enseñanza final”, dibujada con tanto talento que solo por eso vale la pena verla. Es una película francesa, totalmente alejada del estilo hollywoodense. Super recomendada.