Tanto en España como en América Latina, el tiki-taka fue un juguete muy popular, pero al otro lado del charco no logró ir más allá de 1985, año en el que se lo prohibió. ¿Por qué? Digamos que los niños estadounidenses eran demasiado energéticos con el tiki-taka, haciendo estallar las bolas de acrílico y arrojando metralla en todas direcciones…