Combinar a un tubo de desodorante con un encendedor para crear un lanzallamas casero ya es bastante estúpido por sí solo, sin embargo, algunos «pequeños» disfrutan quemarse sin fuego. ¿Qué hacen? Acercan el desodorante a su piel, presionan la válvula y resisten el frío por el mayor tiempo posible. El resultado es una serie de mini quemaduras en primer y segundo grado que parecen manchas en la piel.