Cualquiera se sentiría más tranquilo sabiendo que los jóvenes usan todos los métodos anticonceptivos a su disposición con responsabilidad… pero el desafío del preservativo es una razón para pensar lo contrario. Participan dos personas: La primera llena el preservativo con agua, y lo arroja desde cierta altura sobre la cabeza de la segunda. El preservativo promedio es más resistente que un globo, y si hay mucha agua en su interior, se transforma en un proyectil, enviando gente al hospital. Ha pasado.