Si me sigues desde hace algún tiempo, sabrás que no le hago asco al cine de terror clase B. Mucho menos si un titán como Dolph Lundgren hace de protagonista. “Don’t Kill It” es la versión trashera de “Fallen” (1998), esa película en la que Denzel Washington debe matar a un demonio con la habilidad de poseer cualquier persona, en cualquier momento, y que es una de mis películas de terror preferidas de todos los tiempos. En “Don’t Kill It” el demonio posee el cuerpo de aquel que asesinó a su anterior huésped, lo cual lo hace terriblemente peligroso. A mi me encantó, pero hay gente que dice que es mala. Pero esa gente seguro tiene mucha arena ya sabes donde. ¡Recomendadísima!