Un clásico de fines de los 90s que daban mucho por la TV pero que igual a muchos se les pasó por alto. Es un filme noir, del tipo policial negro, que comienza con un tipo (Dennis Quaid) que llega muriéndose a una comisaría a denunciar su propio asesinato. Lo que vemos es su testimonio, de cómo sabe que fue envenenado y por quién. Un tanto predecible hacia el final, pero es un peliculón igual.