Esta foto la saqué yo, recién. Es del sapito Brocolín, amigo de la casa. Está tan gordito porque lo alimentamos muy seguido. Con mi mujer le juntamos en un frasquito todas las moscas, polillas, hormigas y arañas que vamos matando durante el día. Cuando aparece, dos o tres veces por semana, le vamos tirando los bichitos bien cerca y se los zampa de un lengüetazo. Ya no huye de nosotros, como al principio. Por el contrario, yo diría que nos espera con ansías. Amamos a Brocolín.
