Un desarrollo de la Universidad de Arizona basado en la utilización de nanopartículas de cobre permitiría lograr memorias de varios terabytes y bajo consumo.
Científicos de la Universidad de Arizona han desarrollado una tecnología de almacenamiento que permitiría que en pocos años el uso de memorias de varios terabytes en nuestros bolsillos sea algo normal.
Y además, serían memorias de muy bajo consumo, alrededor de 1.000 veces menos que las actuales. El secreto de semejante evolución está dado por el uso de nanopartículas de cobre del tamaño de un microbio, que serán las encargadas de almacenar la información en forma binaria. Algo que realizan al crear "puentes" de cobre entre dos nanoelectrodos.
Esta tecnología es denominada Células de Metalización Programable, no tiene la limitación de las actales memorias flash, que están llegando a su límite físico de miniaturización. Todos los intentos que se han llevado a cabo por trabajar con memorias flash demasiado pequeñas han producido resultados muy inestables, algo que con las nanopartículas de cobre quedará en el pasado.
El equipo de trabajo que ha desarrollado esta tecnología es liderado por el profesor Michael Kozicki, quien se muestra sumamente entusiasmado por los futuros usos que esta tecnología podrá ofrecer.
Para Kozicki, en el actual tamaño de los pendrives se podrían almacenar hasta 4 terabytes, algo hasta ahora solo reservado para los discos duros convencionales, pero que son de mucho mayor tamaño y consumo energético. De este modo, Kozicki y la Universidad de Arizone abren el camino para lograr ordenadores más pequeños, silenciosos y de menor consumo.
Tan solo habrá que esperar un poco, ya que el primer prototipo funcional de esta tecnología estará listo en aproximadamente un año y medio.