El sable de luz o sable láser no necesita presentación. Es una de las armas más fascinantes de la ciencia ficción, y al mismo tiempo una de las más absurdas, ya que combina una peligrosidad extrema con un consumo de energía prácticamente imposible de reproducir. Sin embargo… eso no nos impide soñar con diseños que se le aproximan aunque sea un poco, y así es como llegamos al canal The Hacksmith, donde crearon un «protosable», versión ancestral del sable de luz que utilizaba una fuente externa de energía…
En el último videojuego oficial de Star Wars, «Star Wars: Fallen Order», el Padawan Cal Kestis tiene la posibilidad de modificar la configuración de su sable de luz. Una de las opciones llega con la instalación de un segundo emisor, dando lugar a un sable de luz dual, «estilo Darth Maul». Ahora, una pregunta inevitable que surge al estudiar los movimientos de Cal es… ¿cuántas veces se rebana la pierna con el sable?
De ese modo chocamos con uno de los problemas esenciales del sable de luz en la vida real: Es muy peligroso para su usuario. Por otro lado, su consumo de energía es escandaloso, equivalente a un rayo constante, almacenado en su empuñadura. El canon resuelve esto con los cristales kyber (un híbrido entre fuente de energía, amplificador y superconductor a temperatura ambiente vinculado con la Fuerza), pero en el canal The Hacksmith tienen que hacer un poco de trampa. Así es: Uno de sus últimos proyectos (patrocinado por la gente de EA), fue crear un sable de luz real, capaz de cortar casi todo a su paso.
En realidad, todos los involucrados decidieron seguir la ruta del protosable, una versión antigua (y ahora depositada en la versión Legends del universo Star Wars) del sable de luz, que utiliza un pack externo de energía, y un cordón umbilical que lo une a la empuñadura. El pack está formado por un total de 192 baterías 18650 con una configuración en serie y paralelo. En resumen, unos 20 voltios a 1.000 amperios, o 20.000 vatios. Construir el pack de energía no es tan complicado que digamos, pero evitar que el resto de la electrónica termine envuelto en llamas, es otra historia…
La primera versión del protosable terminó dañada, por lo que debieron construir una nueva «hoja» de tungsteno y titanio. Hubiera sido genial que se detuvieran un poco en ese paso, pero si necesitas más detalles al respecto, sólo tienes que ver sus vídeos anteriores. La idea de construir un sable de luz no es nueva para The Hacksmith, y se remonta como mínimo a enero de 2018. Al usar sólo titanio descubrieron que la hoja se deforma, mientras que el tungsteno humea demasiado. La solución fue combinar una varilla de titanio con un núcleo hecho de tungsteno.
Y como siempre, la respuesta de la Web fue muy variada. Algunos quedaron fascinados por el proyecto, y otros dicen que es básicamente una versión extrema de un soldador de estaño. ¿Quieres ver más de The Hacksmith? No es fácil olvidar sus proyectos con exoesqueletos y motores de reacción, al igual que su versión de las garras de Wolverine y el QWOP en la vida real.