Seguramente te ha sucedido en muchas oportunidades que escuchar lo que te gusta y como te gusta no es una tarea sencilla. Poner alto el volumen del TV cuando todos en la casa están durmiendo, disfrutar del vertiginoso sonido de tu videojuego favorito y hasta mirar una buena película de acción no son una tarea sencilla cuando al resto de la familia no les interesa. ¡Claro! Los auriculares son la solución, pero estás atado a un cable y no puedes despegar tu nariz del TV. O los auriculares inalámbricos, ¡pero estos dejan de funcionar si te levantas a buscar algo para tomar! No sufras más limitaciones: con los auriculares inalámbricos que te proponemos, podrás sentir todo el sonido en tus oídos con total libertad.
Cuando quieres mirar TV, tus hermanos tienen que estudiar. Cuando quieres disfrutar de tus videojuegos, tus padres duermen. Cuando eres mayor y encuentras un buen partido de fútbol o una buena pelea de box, tu novia/esposa quiere dormir y debes bajar el volumen del TV como si estuvieras viendo cine mudo. ¿Cómo termina la historia? Sin alternativas o soluciones a tu problema, te conformas con mirar por décima octava vez Terminator II subtitulada hasta que te duermes. Pero como tú eres un hombre inteligente, decides dejar de prohibirte el disfrute y te compras unos buenos auriculares inalámbricos infrarrojos. Suenan bien y estás feliz. Hasta que quieres ir al baño o hasta el refrigerador a buscar algo para tomar. Se terminó el milagro. Te das cuenta de que si sales de su alcance óptico, el audio se corta. Y es allí donde dices: ¿Porque no armé los auriculares que me enseñaban a construir en NeoTeo?
Cuando una persona descubre lo sencilla que es la solución a ciertos problemas cotidianos suele desconfiar y hasta dudar de que sea cierto. A tal punto esto es así que tampoco tú podrás creer que sólo un transistor solucionará todos los inconvenientes que te mencionamos. Sí, leíste bien. Sólo un transistor en un sencillo transmisor de VHF para la banda de 87-88Mhz o cualquiera que te resulte cómoda y libre de escuchar con tu MP3, MP4, teléfono móvil o cualquier equipo pequeño que permita escuchar emisoras de FM. ¿Qué puede ser más sencillo que este montaje?
El circuito mostrado es el de un clásico emisor de VHF (frecuencia modulada) cuyo circuito resonante, el formado por CV1 y L1, podemos ajustarlo con el Dip Meter ya conocido o con algo de paciencia buscando escuchar la transmisión en nuestro receptor, a medida que ajustamos CV1. La bobina L1 es de 6 espiras y se construye sobre una forma de 5 a 6 milímetros de diámetro y con alambre de 0,6 a 0,8 milímetros de sección. La derivación hacia la antena se realiza en un punto central de L1 que nos resulte cómodo para conectar al circuito impreso. Y la antena en sí misma será un trozo de cable de 1 metro de longitud que sabremos disimular detrás del TV.
La manera clásica en que encontrarás estos circuitos en la Web es con la inclusión de un capacitor en el lugar donde nosotros hemos puesto el cristal Xtal1 de 10,240Mhz (también puedes encontrarlo con un valor de 10,245Mhz). La explicación del cambio radica en que todo el conjunto formado por el transistor, el circuito LC de salida y la antena dan funcionalidad al oscilador y cualquier cambio en éstos puede cambiar la frecuencia de trabajo de este transmisor. Es decir, si tocamos la antena, si la hacemos un rollo pequeño o si acercamos algún objeto metálico de dimensiones importantes al transmisor, alteraremos las condiciones de oscilación mediante la modificación de las capacidades parásitas en sus cercanías. Naturalmente, esto provocará una variación, como mencionamos, de la frecuencia de transmisión.
En el caso de haber utilizado un capacitor convencional de 10nF, las variaciones de frecuencia por la manipulación del circuito, el cambio de lugar de uso o la simple ubicación distinta del cable de antena ya pueden hacernos perder la sintonía por completo. En cambio, cuando utilizamos un cristal en nuestro circuito, aprovechamos la característica que tendrá el cristal para “resonar” en las frecuencias múltiplos de la fundamental. En el caso del cristal elegido, será en el noveno armónico. O sea: 10,240Mhz * 9, lo que nos dará una frecuencia aproximada de 92,1Mhz. Luego, con la calibración de CV1, ubicaremos la frecuencia final de funcionamiento que estará muy próxima a esta fundamental.
Como podrás darte cuenta, el circuito oscilará en los alrededores de la frecuencia que determine el conjunto LC de salida. Si alteramos la construcción de la bobina L, podremos trabajar en otros valores armónicos de la frecuencia fundamental del cristal. La potencia de salida del circuito será máxima cuando se logre la resonancia en el noveno armónico exactamente y, al variar la frecuencia (en más o en menos) con CV1, la señal disminuirá en su amplitud pero seguirá siéndonos útil. De esta forma, podemos trabajar con la solidez y estabilidad de un oscilador de cristal junto a las propiedades de un circuito que pueda ser sintonizado en otra frecuencia cercana donde encontremos un espacio vacío en el dial. Así no tendremos tantos problemas de inestabilidad de frecuencia, como podríamos haber tenido utilizando un capacitor en lugar del cristal. De todas formas, siempre es recomendable hacer los ajustes de frecuencia en el lugar donde se utilizará el transmisor y dejarlo instalado en un sitio de manera permanente (para no tener que variar la sintonía del receptor).
Los diodos varicap DV1 y DV2 pueden ser los mostrados en el diagrama esquemático o cualquier otro diodo de similares características. Además, como ya hemos mencionado en otros artículos, recuerda que podrás reemplazar a un varicap con simples diodos rectificadores 1N4001 en paralelo hasta lograr los valores capacitivos deseados. Para esta aplicación en particular, la capacidad lograda nos debe permitir tener una modulación de audio clara y libre de distorsiones. Para lograr este propósito, también ajustaremos apropiadamente el control de nivel de entrada P1. Por su parte, esta entrada de sonido la obtendremos de la salida de audio que todo TV moderno trae en su panel posterior (Monitor Out) y que se ubica junto con todas las fichas del tipo RCA que ofrecen para conectar el DVD o el videojuego.
Aquellos que tengan algunos conocimientos más avanzados pueden introducir el transmisor dentro del TV y obtener alimentación desde la fuente de alimentación de éste. La antena (que no se puede evitar su instalación) se coloca bordeando el gabinete en la parte interior y se pega con la pistola de silicona. Aquellos que no estén seguros de hacer este trabajo o de encontrar espacio suficiente dentro del TV pueden colocar la placa y la correspondiente batería de 9 Volts dentro de cualquier gabinete. Y cuando decimos cualquiera, queremos decir cualquiera. Hasta una lata de atún es válida para alojar a nuestro transmisor.
La ventaja de estos “gabinetes” es que por su construcción metálica son recomendados para no irradiar radiofrecuencia por otro lugar que no sea la antena. Como puede verse en la foto, el conector BNC que se encuentra en la parte superior sirve para tal fin. Por otro lado, un conector RCA hembra nos facilitará la conexión hacia la salida de audio del TV.
En un rato de diversión, en una tarde, podemos construir este sencillo circuito que será la solución a nuestros problemas de “volumen” al utilizar el TV. Sólo será cuestión de poner en acción a nuestro nuevo transmisor aliado, calzarnos los auriculares del MP3 o del receptor que decidamos utilizar y ¡a disfrutar se ha dicho! Ahora ya podremos desplazarnos por cualquier rincón de nuestro hogar y seguir disfrutando del audio sin perder ningún detalle.