Más allá de las obvias razones por las que no recomendamos ingresar al mundo de la falsificación de billetes, existe un aspecto muy interesante a explorar, y es el de las medidas preventivas que aplican las diferentes casas de moneda (y otras organizaciones oficiales) para hacer mucho más difícil el proceso. Una de esas medidas es la llamada constelación de EURión, un patrón aparentemente inspirado en la constelación de Orión, el cual es detectado por múltiples herramientas, desde fotocopiadoras hasta editores de imágenes.
Si colocas un billete de 10 euros en una máquina fotocopiadora, lo más probable es que recibas un mensaje de error. Si tratas de modificar la imagen de un billete de 5 libras esterlinas, puede que a ciertos editores no les agrade mucho la idea (podrás editar, pero no imprimir). ¿Qué está pasando con exactitud? Una fotocopia o un archivo JPEG son elementos demasiado crudos, sin embargo, ese comportamiento no es más que una medida preventiva. El concepto de falsificación es tan antiguo como el dinero mismo (en metal y papel, principalmente), pero en el siglo XXI, la tecnología es dinámica, accesible, y fácil de usar. En un intento por mantener a raya a los «entusiastas» del dinero falso, se implementaron diferentes ideas, y una de ellas es la constelación de EURión.
La constelación de EURión
El científico Markus Guenther Kuhn de la Universidad de Cambridge fue quien descubrió y bautizó a la constelación de EURión en el año 2002, tras realizar varios experimentos con una fotocopiadora a color Xerox que se negaba a procesar billetes. Se trata de un pequeño patrón con círculos de color verde, naranja o amarillo, posicionados de modo tal que nos recuerda a la constelación de Orión, y en especial a su cinturón. El antes mencionado billete de 10 euros es uno de los que más repite este patrón, aunque la constelación de EURión no es un recurso exclusivo del euro. El peso chileno, el peso mexicano, los dólares canadienses, australianos y estadounidenses, la libra esterlina, la corona sueca y hasta el yen japonés poseen variantes de la constelación.
Ahora, le deseamos buena suerte a cualquiera que intente obtener información técnica detallada sobre el método de detección. Nadie quiere hablar sobre EURión, y algunos bancos simplemente llegaron a negar su existencia. El dato más sólido sobre su origen (una publicación oficial del Banco de la Reserva de la India en el año 2005) nos lleva a Japón, y tanto el patrón en sí como el algoritmo habría sido creado por la corporación Omron (mejor conocida por sus interruptores en ratones y teclados mecánicos), mientras que su primera aplicación se remonta a 1996, antes de que el euro entrara en circulación.
(De nuestros archivos, publicada en junio de 2016. Entiendo a cualquier economista que me hable sobre inflación, pero… en estos momentos me encantaría presionar un botón y que salgan 8 o 9 mil euros de la impresora…)
Fuente: BBC