Monolith, una experta en la materia, nos vuelve a entregar un juego que hará que se nos pongan los pelos de punta. Prepárense para una aventura escalofriante, tétrica y muy, pero muy adictivaLos usuarios de Xbox 360 sabrán de Condemned: Criminal Origins, ya que el juego salió para esta plataforma a fines del año pasado. Ahora, con la conversión al ordenador, la experiencia es aún más terrorífica, gracias a las posibilidad de mayores resoluciones y a la potencia de las últimas tarjetas de video. Aunque exige que estemos bastante actualizados en materia de hardware, el producto final lo vale: Condemned presenta uno de los acabados gráficos más impresionantes jamás vistos. Si eso le aplicamos una temática de terror, los resultados pueden ser espectaculares. Y lo son. Les aseguro que, a pesar de las diferencias, estamos ante un titulo que produce más sensaciones de miedo que el mismísimo F.E.A.R., y eso es un decir.
Todo comienza en la investigación de un extraño caso de asesinato. Somos un agente del FBI, de nombre Ethan Thomas, que llega al lugar de los hechos para intentar obtener algunas pistas sobre lo sucedido. En esta secuencia aprendemos el uso de los artefactos de investigación de esta conocida agencia gubernamental, que nos servirán para futuras ocasiones en la resolución de acertijos.
Luego de una breve introducción, en la que practicamos los movimientos básicos del protagonistas (incluido el arte del disparo), empiezan las complicaciones. En una habitación aparentemente vacía, caemos al piso producto de un duro golpe. Nuestro agresor no tiene mejor idea que tomar nuestro arma y dispararle a los policías que venían detrás nuestro. Las consecuencias son obvias, y la acusación de un homicidio múltiple de agentes de la ley no se hace esperar. A partir de ese momento nos convertimos en un fugitivo que, con la ayuda de una ex compañera de trabajo (Rosa) y otro personaje misterioso, intentará alcanzar el objetivo principal: llegar al fondo de la cuestión y atrapar al verdadero homicida. Una tarea que no será nada fácil, y que nos llevará a recorrer los lugares más sombríos y peligrosos de la ciudad.
La gran diferencia de Condemned con el resto de los juegos del género es que aquí las armas de fuego no son la principal herramienta en la batalla. Esto no significa que no estén presentes, pero si que su munición es tan limitada que no podremos depender de ellas. Quizás encontremos un revolver, una pistola o una escopeta, pero rara vez nos alcanzan para acabar con más de tres enemigos seguidos. Vale mencionar que sólo podremos llevar una encima, por lo que habrá que tener mucho cuidado al momento de elegir.
Entonces… ¿con qué acabamos con los enemigos? Ante estas circunstancias, no queda otra que improvisar. Caños, tuberías, palos con clavos, carteles, palas, barretas, son sólo algunos ejemplos de las armas que más utilizaremos durante el juego. Esto supone que el combate se desarrolla, principalmente, cuerpo a cuerpo. A algunos les gustará, otros no se sentirán a gusto, pero no se puede negar que la sensación de terror y miedo se eleva exponencialmente.
Entre el selecto grupo de enemigos tenemos drogadictos (los más numerosos de todos), criaturas extrañas y deformes (generalmente, más débiles que el resto) y algún que otro jefe final. Su comportamiento es correcto; suelen esconderse detrás de las paredes y atacar en el momento justo, cubrirse ante un anunciado golpe por parte nuestra y escapar cuando se ven en inferioridad de condiciones. Cuando nos arrinconan contra una pared, lo más posible es que terminemos observando la pantalla que dice “Estas muerto”
Desde un primer momento, el aspecto gráfico de Condemned asombra. Lo mejor es que no deja de asombrarnos durante todo el transcurso, ya que los efectos especiales van aumentando en calidad y cantidad a medida que progresamos. Además de brindarle un aspecto estético sobresaliente, algunos efectos nos dan ciertas pistas sobre los pasos a seguir. Por ejemplo, cuando hay una escena que debemos investigar, la pantalla se vuelve algo borrosa por un momento y se escucha un sonido de fondo. Al utilizar los dispositivos antes mencionados, salen a la luz las marcas en color fosforescente.
A excepción del modelado de los personajes (que resulta un tanto irreal, a pesar de su nivel de detalle), es resto es un placer para la vista. Las constantes visiones que sufre el protagonista dan una clara muestra de lo que puede lograr el motor gráfico creado por Monolith en materia de iluminación. Sin dudas, una de las más avanzadas de la actualidad. Si cuentan con una tarjeta de video lo suficientemente poderosa para observarlo a buena resolución y con los detalles en alto, Condemned nos retribuye de muy buena forma y hace justificar cada una de las monedas puestas sobre el hardware de nuestro ordenador.
El sonido, en tanto, no se queda atrás. Mientras que el constante zumbido de fondo produce una sensación de tensión notable, el reparto de voces le pone el dramatismo necesario para que todo luzca creíble y aterrador. Los gritos enemigos, en especial cuando salen de la oscuridad de sorpresa, harán que saltemos de la silla del susto.
Con una duración media (aproximadamente ocho horas), Condemned nos sumerge en un mundo escalofriante de principio a fin. Ya sea en la Xbox 360 o en el ordenador, es una compra segura. Si les gustó F.E.A.R, éste les encantará. La historia es un tanto más compleja e interesante, la jugabilidad con armas de mano produce una inseguridad que potencia el miedo más de lo común y el aspecto visual es de lo mejor que se puede ver hoy en día, incluso superior al FPS recién mencionado. Para los más pacientes, hay diversos elementos dispersos por los niveles que, al recolectarlos, brindan como recompensa el desbloqueo de material extra de la producción y desarrollo del juego.
No dejen de probar Condemned, es una experiencia fantástica… si es que se atreven a vivirla.
Promedio: 90%