Una vieja frase indica que todo en exceso es malo, pero quien la dijo por primera vez probablemente no haya pensado en el poder de la química. Por más extraordinario que sea el cuerpo humano, existen sustancias en el mundo que pueden destruirlo aún con cantidades muy pequeñas. La mejor manera de visualizar esto es a través de una comparación directa, comenzando por cosas de consumo diario como el agua y el azúcar, hasta llegar a esos pequeños terrores que necesitamos mantener a una buena distancia de nosotros.
La semana pasada sufrí una leve intoxicación. Todo lo que comí en los últimos días estaba muy bien cocinado, pero es evidente que me crucé con «algo» que perdió sus parámetros básicos de seguridad. Recuperar fluidos y un poco de descanso fueron más que suficientes para corregir la situación, sin embargo, eso sirvió como un buen recordatorio de lo frágil que es el cuerpo humano frente a ciertas sustancias.
Comida en mal estado, agua no segura, reacciones alérgicas, toxinas transferidas por mordidas y/o picaduras… hay muchas cosas allá afuera que nos pueden dejar fuera de combate, incluso aquellas que presentan aspectos positivos cuando se las consume con moderación. Dicho eso, ¿qué es lo más mortífero del mundo?
Las sustancias más tóxicas
El primer ejemplo que presenta este vídeo es el agua, y no, no se trata de un error. La hiperhidratación es una condición muy peligrosa, usualmente asociada al consumo de drogas como la MDMA (éxtasis). El valor LD50 (dosis letal mediana) del agua para un humano promedio de 70-75 kilogramos es de unos seis litros, pero después encontramos ejemplos como 1 kg de vodka, 410 gramos de alcohol puro, y 13.5 gramos de cafeína. Claro que, apenas estamos arañando la superficie.
El cloruro de potasio (sólo un gramo) forma parte del «cóctel de las tres drogas» en las ejecuciones por inyección. En el caso de la apitoxina (veneno de abeja), el LD50 es de 380 miligramos. Una viuda negra mata con menos del 7 por ciento de esa cantidad, y el pez león necesita 2.9 miligramos. Aún así, seguimos en cantidades enormes.
En el volumen de los microgramos encontramos ejemplos como el plutonio (350 microgramos), la ricina (200 microgramos) y el agente nervioso VX (160 microgramos). Al fondo de esa lista aparece el polonio, el elemento más mortífero de la tabla periódica (y supuestamente usado por la inteligencia rusa). En el vídeo indican un microgramo de LD50, pero varias fuentes sugieren que la cantidad es menor.
¿Acaso existe algo más letal que el polonio? La respuesta es sí… y nos ha acompañado durante cientos de años: La toxina botulínica, con un LD50 estimado de apenas un nanogramo. ¿Lo más irónico? Este asesino en potencia tiene varias aplicaciones médicas y estéticas (bajo su famosa marca Botox). Puede tratar desórdenes musculares, estrabismo, incontinencia urinaria, y hasta migrañas.