La norma indica que, cuando pensamos de un juego de la Segunda Guerra Mundial, debemos pensar en un juego de acción en primera persona. Y no estaríamos tan equivocados. La lucha contra los nazis ha sido, tal vez, una de las ambientaciones más vilipendiadas por los FPS. Tenemos juegos como Medal of Honor, Brothers in Arms, Call of Duty y el multijugador Battlefield 1942, entre muchísimos otros, que nos han sabido poner en medio de la acción Aliada o dentro del Eje del Mal. Company of Heroes, por su exterior, puede dar la impresión de que estamos ante uno de estos. Pero nada más lejos de la verdad. Company of Heroes es un juego de estrategia en tiempo real (RTS), y uno bien bueno y original, por cierto.Si creían saber todo sobre RTS, piénselo de nuevo. Estamos ante el perfecto ejemplo de que la evolución en el mundo de los videojuegos es posible, muy posible. Sólo hace falta imaginación, talento y ganas. Company of Heroes es genial por derecho propio. No copia nada de nadie, y logra ser uno de los mejores juegos de estrategia en mucho tiempo. No es para menos, a cargo de su desarrollo estuvo Relic, los mismos del genial Warhammer 40.000: Dawn of War.
Company of Heroes, desde lo dramático, logra capturar la brutalidad de la Segunda Guerra Mundial. La violencia y el caos están a la orden del día, tanto como el coraje y lo humanidad de esas bandas de hermanos que se jugaban al todo o nada al abandonar las trincheras. Que un RTS logre ponernos en la acción y llorar cada pérdida es impagable, dada la perspectiva y la distancia con la que ejecutamos las acciones. Para complementar el drama y la brutalidad, el desarrollo de la acción es rápido y no da cuartel. Muchas veces da la sensación de estar frente a un juego de acción que a un juego estratégico. Pero todo forma parte de la experiencia. En la guerra no hay descanso, y un guerrero contemplativo, es un guerrero muerto.
El modo Campaña de Company of Heroes cubre los sucesos más importantes de los esfuerzos Aliados en tierra germana. Jugaremos como los miembros de la Compañía Able y tendremos misiones de todo tipo, acompañadas por la ocasional escena de vídeo para profundizar la historia y sustentar la narrativa. La Campaña sólo cubre la facción aliada, los Alemanes quedaron excluidos (por razones lógicas, suponemos) pero pueden ser elegidos para el modo Skirmish y como facción para el modo multijugador.
Company of Heroes funciona como cualquier RTS. Se construyen bases y demás edificaciones (con los ingenieros), se juntan diferentes recursos, se reclutan unidades, se mejoran armamentos, etcétera. La diferencia principal, y este es un legado de Dawn of War, es la táctica utilizada a la hora de formar los escuadrones. Si a eso le sumamos la densidad del terreno y como esto modifica el flujo de la acción, junto al constante fuego enemigo que nos acosa, tenemos un juego que nos obliga a pensar tácticamente, pero sin perder segundos. Por ejemplo, y para que se hagan una idea de la acción, los escuadrones parapetados detrás de obstáculos tendrán mayor defensa y podrán, desde esa relativa seguridad, realizar fuego de supresión contra un escuadrón enemigo. Mientras, usando la estrategia básica de la infantería, con otro escuadrón flanqueamos al adversario y nos llevamos una victoria rápida y certera. Por supuesto, para eso necesitamos explorar el mapa y tener una constante y actualizada ubicación de las tropas enemigas.
Sobre la condiciones de victoria típicas, Company of Heroes agrega una más acorde a su ambientación. Uno de los recursos vitales del juego son los Puntos de Victoria. Los puntos de victoria se logran al capturar y defender ciertos lugares en el mapa. Mientras más Puntos de Victoria tengamos, más cerca estaremos, justamente, de la victoria. Este es un elemento interesantísimo, ya que estas posiciones deben ser defendidas con unidades, porque no se pueden fortificar de ninguna otra manera. ¿Qué se logra con esto? Básicamente que las decisiones tácticas estén concentradas en puntos específicos en todo el mapa y no sólo en las bases enemigas o aliadas, algo que se puede ver en todos los demás RTS y que genera un ida y vuelta de ataques lineales y sin demasiada pericia. Habrá que ser un buen estratega, con rápidos reflejos, entonces, para acabar victorioso.
Otro agregado original, que profundiza el flujo del juego, son los caminos de especialización que podemos elegir. Por ejemplo, los nazis pueden especializarse en la Doctrina del Terror, que servirá para desmoralizar las tropas enemigas, usar el fuego en todo lo que se cruce o desplegar los tanques Tiger, entre otras cosas. Los Aliados pueden especializarse en la Compañía Aérea y pedir refuerzos o ataques especiales sobre blancos enemigos.
Ahora, imaginen todo esto en el modo multijugador. Ya sea por equipo o skirmish devastadores, brutales y llenos de acción táctica. Lo mejor es que el sistema online de Relic es excelente y extiende por muchísimo la vida útil del juego.
Company of Heroes es un juego para todo el mundo, sea o no fanático de los RTS. Los menos experimentados tienen un extenso tutorial que les enseñará todos los detalles del juego. Los expertos tendrán un desafío a la par de sus habilidades. Porque, hay que decirlo, éste no es un juego fácil. Obtener la victoria en toda y cada una de las 15 misiones lleva tiempo, paciencia y mucha práctica. La inteligencia artificial del sistema es muy avanzada e “inteligente”. Lo único que nubla un poco el resultado final de este excepcional título son los largos tiempos de carga que tiene entre nivel y nivel. Y, claro, que para disfrutar la experiencia al máximo, con gráficos de última generación y sin pérdidas de velocidad, necesitarán, al menos, un ordenador 3.0Ghz, con 1GB de RAM y vídeo de 256.
Todo dicho, soldados, ¡a patear traseros!
Promedio: 92%