El gigante de Mountain View es responsable por una extraordinaria cantidad de información. El año pasado fue caótico en materia de seguridad informática, y 2015 no da ninguna garantía de que será mejor. Esto provoca que Google deba vigilar cuidadosamente a todos sus centros de datos, defendiendo no sólo su integridad digital, sino también física, con la aplicación de múltiples capas de protección.
¿Quieres saber cómo es un centro de datos de Google? En mayo de 2011 vimos de cerca a sus instalaciones en Hamina, que utilizan agua de mar como elemento principal de refrigeración. En octubre de 2012, la compañía publicó una espectacular galería con imágenes de tan alta calidad que nada impide usarlas como fondo de pantalla. Pero los centros de datos son sometidos a renovaciones constantes, y a una vigilancia sin interrupciones. Hagamos una pausa aquí: En lo personal, una parte significativa de mi vida digital se encuentra guardada en algún servidor de Google. El borrador de este texto ha sido escrito sobre Google Docs, y Gmail es el proveedor de mi cuenta principal de correo. Como ya sabemos bien, Google no ha estado libre de fallas en el pasado, y calculo que debe haber cientos de millones de usuarios en una situación similar a la mía, por lo tanto, el gigante de Mountain View necesita un poco más que uñas y dientes para defender esos datos.
A mediados de diciembre pasado, Google publicó un vídeo en el que nos muestra a Joe Kava, Vicepresidente de Operaciones en Centros de Datos, recorriendo una de las tantas instalaciones (esta en particular se encuentra en Carolina del Sur) que la compañía ha creado para sostener y extender sus servicios en línea. Una de las primeras cosas que menciona Kava es que del total de empleados que Google tiene entre sus filas, sólo un porcentaje extremadamente pequeño tiene autorización para ingresar al campus del centro de datos. Mantener a éste y otros centros funcionando 24×7 requiere cubrir hasta la más mínima necesidad de quienes trabajan allí (casi diría que los centros de datos son ciudades en miniatura), sin descuidar obviamente el aspecto de la seguridad. Las barreras son cada vez más complejas y exigentes a medida que uno se acerca al centro de datos, y si prestan atención, en el perímetro del campus hay advertencias que indican la presencia de caimanes (!).
Listas predefinidas de acceso, detectores de metales, cerraduras biométricas, sensores láser y hasta caimanes se combinan a la perfección con uno de los diseños personalizados más eficientes que hayamos visto. El vídeo también nos recuerda qué sucede con los discos duros cuando fallan. Todo disco que no pueda ser verificado como limpio es colocado en una prensa para destruir su mecanismo interno, y luego triturado. Un trabajo impresionante, para un desafío impresionante.