Pocas cosas son tan molestas y potencialmente peligrosas como una fuente de PC con fallas. El simple hecho de sospechar que existe un inconveniente cambia la situación por completo… y muchos usuarios quieren saber cómo probar una fuente de poder ATX. En general, debemos explorar tres fases: Lectura básica de voltajes en el ordenador, lectura de voltajes con equipo externo, y finalmente, pruebas de carga sobre la fuente.
Tiempo y espacio
Lamentablemente, son dos cosas imposibles de negociar. Probar una fuente de poder ATX requiere tiempo y espacio. Si lo pensamos por un momento, retirar la fuente de la carcasa puede convertirse en una pesadilla debido a la administración de cables y otros detalles (hay muchas carcasas hermosas en el mercado, pero trabajar con ellas es un dolor de cabeza).
Entonces… si el tiempo y el espacio escasean, mi recomendación es que reemplaces la fuente directamente. Entiendo que muchos usuarios allá afuera quieren evitar eso, pero a veces lo más práctico es solucionar el problema con fuerza bruta y seguir adelante. Ahora, si de todas maneras deseas probar tu fuente de poder ATX y comprobar si hay algún inconveniente con ella, sigue leyendo.
Voltajes, voltajes, voltajes…
Los tres voltajes principales en una fuente de alimentación ATX son 12v, 5v y 3.3v. Para confirmar si están en niveles adecuados sin tener que extraer la fuente del equipo, tienes dos opciones: Ingresar al BIOS/UEFI, o usar un programa de mantenimiento. Dentro del BIOS/UEFI, lo que buscas es una sección llamada H/W Monitor, PC Health o similar. Y por el lado del software, existen muy buenas opciones gratuitas como HWiNFO (que aparece en la imagen) o HWMonitor.
Obviamente, la aparente estabilidad de los voltajes no es suficiente para pensar que todo está bien con la fuente. De hecho, estas lecturas tienen limitaciones, y algunas placas base pueden ser bastante imprecisas. En lo personal suelo comenzar con algún programa de mantenimiento, seguido por una visita al BIOS/UEFI si noto que un número está mal. Si las dudas persisten, no queda más opción que ir más profundo…
Y más voltajes, con hardware externo
Uno de los recursos más interesantes para probar una fuente de poder ATX es el denominado comprobador. Básicamente, lo que debes hacer es conectar los cables de la fuente en el dispositivo (24 pines, 6/8 pines, 4/8 pines, SATA, Molex, y floppy), encender la fuente, y esperar. Si hay algo extraño en las lecturas, el comprobador te lo hará saber de inmediato. Algunos modelos poseen alarmas sonoras, mientras que otros colocan sus advertencias sobre una pequeña pantalla LCD.
Estos comprobadores cuestan unos 12 euros en promedio, y si crees que vas a cruzar espadas con fuentes de alimentación en más de una oportunidad, definitivamente se trata de una buena inversión. La alternativa directa es medir los voltajes usando un clásico multímetro, pero una vez más… los voltajes no cuentan toda la historia. ¿Por qué? Porque la única forma de despejar dudas sobre la estabilidad de una fuente ATX, es colocando presión.
Pruebas de carga
Pantallazos azules que aparecen de la nada y ordenadores que se apagan por arte de magia son dos síntomas muy comunes de una fuente de poder ATX que está fallando, especialmente cuando tratamos de ejecutar una tarea más pesada de lo normal. Muchos usuarios descubren problemas con sus fuentes mientras tratan de jugar, pero los videojuegos no son la única opción.
Con una buena combinación de Cinebench R23, Unigine Heaven, AIDA64 Extreme, Prime95 y FurMark, cualquier usuario podrá comprobar de forma casi definitiva si su fuente ATX es estable o no. El benchmark general de AIDA64 Extreme es un buen punto de partida, para después pasar al CPU (Cinebench, Prime95) y al GPU (Heaven, FurMark). En casos más extremos, puedes combinar Prime95 con FurMark y atacar ambos componentes a la vez.
Cómo encender una fuente ATX fuera del equipo
A diferencia de las viejas fuentes AT que utilizaban un interruptor convencional, las fuentes ATX dependen de una «señal» para comenzar a funcionar, pero podemos engañarlas con facilidad: Todo lo que necesitamos es crear un puente entre el cable verde (PS_ON) y cualquiera de los cables a tierra antes de conectar la tensión. Si todos los cables de la fuente ATX son negros, puedes usar la imagen o el pinout ATX como referencia. (N. del R.: El puente no es necesario si usas un comprobador, y solo es útil para trabajar con la fuente fuera del equipo.)
¿Fuente ATX o temperatura?
Un problema clásico a la hora de probar una fuente de poder ATX es que el usuario puede confundir su diagnóstico y terminar culpando a la fuente, cuando en realidad hay un exceso de temperatura en el equipo. Una buena limpieza y un cambio de pasta térmica en el procesador son fundamentales para que la estabilidad del ordenador no se caiga a pedazos. Lo mismo sucede con las tarjetas gráficas, pero sus picos de temperatura suelen reflejarse con una pérdida de rendimiento asociada a la caída de sus frecuencias.
Como probar una fuente de poder ATX: Si las dudas persisten… reemplázala
Personalmente me gusta reparar todo lo que pueda, y ahorrar dinero si la ruta DIY me lo permite. Sin embargo, la fuente ATX es un componente esencial. Si tienes un poco de experiencia en electrónica y crees que puedes repararla, entonces no voy a detenerte (y lo más probable es que no necesites este artículo)… pero si después de una larga sesión de diagnóstico te quedan dudas sobre su funcionamiento, no lo pienses dos veces: Busca una unidad nueva, de buena calidad, y con garantía.
Al final del día, el riesgo es demasiado grande. Una falla catastrófica en una fuente ATX puede destruir a otros componentes en un instante… y creo que no necesito explicar lo que vale una tarjeta gráfica en este mercado caótico. Busca reviews, compara especificaciones, y recuerda que el rating 80 Plus no es sinónimo de calidad. ¡Buena suerte!