Continuamos con nuestro proyecto de cómo montar un estudio de grabación casero para hacer música o, por qué no, ringtones para tu móvil. Paulatinamente vamos presentando cuáles son los ingredientes principales que puedes tener en cuenta para crear un estudio de grabación que tenga tu toque personal y orientación a la música que quieres hacer. En esta entrega revisamos la utilidad de los controladores MIDI y te contamos sobre los diferentes tipos de superficies e intrumentos MIDI que puedes adquirir, terminando con unas cuantas palabras sobre los efectos analógicos.
En el primero nos empapamos con el asunto e introducimos a los primeros conceptos que tenemos que tener en cuenta al abordar este proyecto. En la segunda parte tocamos el candente tema del hardware, que será también protagonista en el presente artículo. Como antes vimos qué ordenador más o menos deberíamos tener a nuestra disposición, qué micrófonos y sobre todo con qué interfaces de sonido nos moveríamos, hoy vamos a ahondar en lo que son los controladores midi que puedes usar tanto para componer como para mezclar y post-producir, terminando con los efectos analógicos en una especie de tratamiento de ambos mundos. Otro capítulo temático, pero fundamental en la comprensión de lo que se busca y se puede hacer en un estudio de grabación de sonido digital que estamos armando nota a nota.
Algunas consideraciones
Aprende MIDI
Como la idea de esta guía no es dar una clase sobre cada uno de los elementos y conceptos que la componen (aunque podríamos llegar a hacerlo más adelante), voy a saltearme todo lo que se podría escribir sobre qué es el MIDI (como protocolo de comunicación entre hardware y software) y a cómo funciona en general (comunicando tus instrumentos electrónicos con tu ordenador o entre ellos). Si no sabes lo que es o cómo funciona, te recomiendo revisar el artículo en Wikipedia e instruirte al respecto desde otros medios porque será, sin dudas un elemento primordial en la composición musical y en el control del software. Es más. Si me dijeras: “Hey, Nico. Quiero pagar un curso de algo de audio. ¿Qué me recomiendas?” Composición musical y control vía MIDI con interfaces de audio, sin dudas.
Controladores e Instrumentos MIDI
Hoy día, debido a que, como dice un experto amigo, “la brecha entre lo analógico y la imitación que puede hacer de este lo digital es cada vez más corta”, la música en los estudios caseros se controla vía software y a través de controladores MIDI que no sólo hacen más intuitiva y homogénea la comunicación con lo que se muestra en tu pantalla o entre los mismos instrumentos MIDI, sino que también abaratan los costos considerablemente y su flexibilidad es algo que en un estudio casero siempre se agradece. En fin, vamos a lo que considero a tener en cuenta en un home estudio cargadito como el que estamos creando.
Superficies de control (mixer, consola, pads)
Generalmente se les llama superficies de control a aquellos dispositivos electrónicos basados en MIDI que mediante teclas, potenciómetros deslizables o rotables, encoders u otras formas de control e interface, te permiten controlar remotamente los distintos valores, acciones y funciones dentro de los programas de edición y composición de audio (esencialmente en sintetizadores, samplers y DAW). Las formas y modelos en las que los puedes encontrar son variadas, y tienes desde los más convencionales como para administrar los canales de audio de un secuenciador y mezclador de audio como para controlar patrones y matrices dentro de aplicaciones de composición. La elección aquí estará en qué tipo de música quieres y qué control analógico sobre el software quieres tener. Si hay que recomendar algo, ve por una superficie de control con interfaz de audio integrada, así puedes usarla de consola y de placa de sonido a la vez, pero también puedes hacerte de una que sólo sirva para controlar los faders y los rotators dentro del programa.
Teclados y/o sintetizadores
A decir verdad, mi pequeñísimo lugar en el mundo al que llamo home studio está compuesto por un controlador MIDI tipo teclado. Un baratísimo Midiplus Origin 61 de 5 octavas me ha dado la posibilidad de controlar cuantos parámetros quiera de un software de composición musical. Además, el teclado es la forma más directa para componer con diferentes instrumentos virtuales desde una misma superficie de control. Hay teclados MIDI desde unas decenas de dólares hasta otros de miles, así que el rango es amplio. Lo que te recomendamos es buscar uno que tenga las octavas con las que te sientas cómodo para trabajar, que tenga Pitch y Modulation, tanto sea con rueda o con joystick. Fundamental, si es de pocas octavas, que tenga trasposición para subir o bajar de octava en el software según lo necesites. Si eres tecladista llorarás la falta de un pedal sustain y si lo quieres mover de casa, busca alguno que pueda almacenar configuraciones y tenga un display lcd. Si vas por lo pesado, múltiples rotores, faders y pad de control serán un lujo al mezclarlo con un buen sintetizador. Como en MIDI la calidad de envío de datos es siempre la misma, lo que diferencia en los diferentes modelos de teclado son las comodidades y capacidades que tenga.
MPC o Maschine (opcional)
Si tu interés es hacer hip-hop, techno, dub step y todos los géneros que vayan por el lado electrónico o que utilicen sampleos, una opción más que interesante es ir a por una MPC o por una Maschine. En este caso uso los nombres propios de estos controladores porque son famosamente conocidos. En el caso de la primera, la sigla refiere a Midi Production Center o, más recientemente, a Music Production Center. Este instrumento electrónico creado y comercializado por Akai desde finales de los 80 tiene el objetivo de funcionar como una especie de máquina de batería (drum machine). El sistema utiliza un secuenciador MIDI y un sampler para que puedas tomar y recortar archivos de audio que le asignas mediante software, memoria o conectividad con otros instrumentos virtuales.
La principal diferencia con la Maschine de Native Instruments es que esta última cumple las mismas funciones que la MPC pero con conectividad obligatoria a un software a través del ordenador. Es decir, la MPC puede ser utilizada sin ordenador mediante y la Maschine no. Esto último no es un impedimento para el home studio que estamos armando, pues nos podemos beneficiar de mayor capacidad de memoria en la Maschine, un precio más económico y una flexibilidad increíble ya que está preparada para ser totalmente configurable vía software.
Control para Djing
En este apartado también podemos recomendar un controlador midi para djing si es a lo que te dedicas. Programas como los que recomendamos en nuestra guía de software imprescindible para DJ los recomiendan para sacarles el mayor provecho. Entre estos se pueden mencionar pads, mixers y bandejas virtuales.
Efectos MIDI
También existen pedaleras de efectos vía MIDI que debes tener en cuenta si usas guitarras eléctricas o sintetizadores tanto analógicos como virtuales. Algunas tienen placas ASIO incluidas y funcionan tanto con guitarras MIDI como con otros instrumentos.
Máquinas de efectos analógicos
Saliendo del midi, con este apartado yo tengo un problema personal, y es que no encuentro imprescindibles a los efectos analógicos dado que existen millones de gigas en plugins de alta calidad para agregar efectos mediante software. Sin embargo, y como este estudio de grabación casero tomará la forma que quien lo lleve adelante quiera (y también para que los puristas no me empalen y pongan una lanza con mi cabeza en la plaza más cercana), recomendaría usar al menos un conjunto de 3 efectos para cuando grabes o mezcles voces e instrumentos.
Preamplificador
Un preamplificador siempre es bueno: La idea de usar un preamplificador es aumentar el nivel de señal actuando sobre la tensión de la señal de entrada. No es un efecto en sí mismo, pero si lo usamos como normalizador de señales analógico, un plugin de software ya podría quedar descartado. Algunos pueden regular tonos, balances y tienen pequeñas distorsiones.
Reverb, Chorus, Flanger, etc.
Esta cadena de efectos siempre puede ser útil a la hora de introducirse en el ámbito de buscar un sonido característico y analógico para tus grabaciones y mezclas. Pero este camino es muy personal y hay que tener en cuenta qué instrumentos usarás en tu estudio y para qué formato y público estás haciendo una inversión económica, pues muchas veces la calidad de lo que logres no podrá ser apreciada por la mayoría, tanto sea por ignorancia musical, desentendimiento de la calidad o por no reproducirlo en medio con buenos fidelidad.
Compresor
Tomando mi perspectiva personal, este sería tal vez el único efecto analógico al que le daría una relevancia significativa. La función del compresor es regular y reducir el rango dinámico en una señal basándose en un valor especificado. Es decir, tú le indicas a qué nivel debe nivelar una señal una vez que se ha alcanzado determinado umbral de nivel de entrada. Esto se utiliza para lograr tomas equilibradas y evitar picos (por ejemplo en frecuencias bajas) que no sólo rompen la armonía del sonido sino que incluso pueden averiar nuestros monitores de sonido, protagonistas de la próxima entrega. Por otra parte, a los compresores también se lo puede utilizar para que los sonidos sean más secos (tengan más o menos ataque), algo que tus baterías van a agradecer mucho.
Lo que sigue
Ya falta poco. La guía sobre nuestro proyecto de cómo montar un estudio de grabación casero está llegando a su punto de cocción y todavía nos queda ver de cerca los monitores de sonido, los instrumentos y los accesorios, además de comenzar con el software para nuestro estudio que tendrá todo un capítulo a parte. Mientras terminamos de escribirlo, mientras juntas dinero o coraje, ve repasando esas clases de música o mira artículos y vídeos en internet sobre sonido digital, midi y composición, pues en cuanto tengamos todo montado, no querrás perder ni un minuto leyendo sin grabar una canción. Hasta la próxima!