Los debates sobre bebidas alcohólicas son básicamente interminables. Cada persona tiene sus marcas favoritas, sus tragos preferidos, y una manera particular de ingerirlos. Las diferencias en preparación y contenido alcohólico son muy importantes, pero se las aprecia mucho mejor con la ayuda de un aliado inusual: El microscopio. La compañía BevShots y la Universidad Estatal de Florida crearon una serie de micrografías que revelan detalles impresionantes en más de una docena de bebidas, y no te las puedes perder.
¿Cuál fue la última bebida alcohólica que has consumido? En lo personal puedo decir que casi no tomo alcohol, más allá de sidra en fechas especiales (Navidad y Año Nuevo), y el ocasional vaso de cerveza fría cuando el calor golpea demasiado. Hablar sobre cerveza en un foro o una red social es como manipular uranio.
Las flame wars están a la orden del día, y cualquier sugerencia legítima pierde el sentido entre reclamos por cervezas artesanales, industriales, frías, calientes, alemanas, inglesas, o hechas por monjes en el medio de la montaña. Algo similar sucede con los vinos… y esencialmente con cualquier trago.
Como alternativa propongo explorar las diferencias entre bebidas alcohólicas de un modo muy interesante, y es con la intervención de un microscopio. El científico Michael Davidson de la Universidad Estatal de Florida y la compañía de arte BevShots compartieron una serie de espectaculares micrografías, que en algunos casos demandaron hasta tres meses de espera y 200 intentos.